Joven de 22 años condenado a cadena perpetua por asesinato en Italia
Filippo Turetta, de 22 años, fue sentenciado a cadena perpetua por el asesinato de su exnovia, Giulia Cecchettin, lo que conmocionó a Italia y reavivó los llamamientos a la acción contra la violencia de género.
Un hombre de 22 años que confesó haber matado a su exnovia, Giulia Cecchettin, fue condenado a cadena perpetua, el castigo más severo en Italia. El juez descartó las circunstancias agravantes de crueldad y acoso, pero confirmó la pena máxima.
La sentencia llega poco más de un año después de que el cuerpo de Cecchettin fuera encontrado en una zanja en noviembre de 2023, con más de 70 puñaladas y empacado en bolsas de plástico. Una semana antes de su descubrimiento, había desaparecido después de pasear con Turetta por un centro comercial.
El caso conmocionó a Italia y alimentó los pedidos de medidas más estrictas contra la violencia de género. Gino Cecchettin, el padre de Giulia, afirmó tras el veredicto: «No estoy ni aliviado ni más triste que ayer. La sentencia no consuela la pérdida de mi hija. Debemos luchar contra la violencia de género mediante la prevención, no el castigo».
Tanto Gino como Elena Cecchettin, hermana de la víctima, se han convertido en figuras clave en la lucha por una cultura que valore la vida de las mujeres. En el funeral de Giulia, al que asistieron aproximadamente 10.000 personas en diciembre pasado, su padre instó a los asistentes a ser «agentes de cambio» frente a una cultura patriarcal.
El asesinato de Giulia no es un caso aislado. En los primeros 10 meses de 2024, al menos 96 mujeres fueron asesinadas en Italia, de las cuales 51 murieron a manos de socios actuales o anteriores según datos del Ministerio del Interior.
El caso también reveló pruebas escalofriantes, como un video en el que Turetta le dio una oportunidad a Cecchettin poco antes de su desaparición. Después de convertirse en el principal sospechoso, fue arrestado una semana después en Alemania.
La condena de Turetta marca un hito judicial, pero activistas y familiares de las víctimas insisten en que la prevención y la educación son las herramientas esenciales para erradicar este tipo de delitos. El feminicidio de Giulia Cecchettin se ha convertido en un símbolo de la necesidad de un cambio cultural y legislativo urgente en Italia.
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