Dos compañeros del menor de 14 años, que se quitó la vida el 26 de enero de 2020 en Cornellà de Llobandat (Barcelona), declararon ante el jefe de la Corte de Instrucciones 1 de L’Alpitallet de Llobat (Barcelona) que el niño sufrió bullying en la escuela.
El abogado de la familia, Noelia Rebón, confirmó que ambos, que eran menores en ese momento, afirmaron «que el niño era víctima de intimidación».
Después de que el tribunal ordenara la reapertura de la investigación sobre el presunto acoso que llevó al suicidio del niño y solicitara el testimonio de estos dos testigos, así como el análisis de la documentación escolar y un informe de expertos psicológicos, dieron sus declaraciones.
Aunque no se dieron detalles sobre el contenido de las declaraciones, el abogado explicó que uno de ellos mencionó presenciar cómo los compañeros «se burlaban de él, lo insultaban y tenían un comportamiento inapropiado» y que siempre estaba solo en el recreo.
Esto llevó a estos dos testigos, que también sufrieron acoso, a relacionarse con la víctima y a formar una amistad entre los tres.
El abogado afirmó que con estas declaraciones pretende demostrar, por un lado, que el niño fue víctima de acoso y, por otro lado, determinar si la escuela conocía la situación y tomó medidas para ayudarlo, ya que de lo contrario podría haber incurrido en negligencia.
Rebón añadió que el testimonio de estos dos testigos era «fundamental» para esclarecer lo sucedido y que, aunque el proceso está en una fase inicial, la instrucción continúa y pronto el juez decidirá si es necesario o no.