El embajador de Andorra ante las Naciones Unidas, Ferran Costa, solicitó a la Unión Europea (UE) el jueves que «acelere» su autonomía estratégica en un contexto que se definió como una geopolítica intimidante.
En la primera conferencia del ciclo «BCN Talks», titulada «Diplomacia en tiempos turbulentos», el embajador habló junto con otras personalidades destacadas como el presidente de la Sociedad de Comunicación Catalana de IEC, Joan Francec Fondevila, el jefe de Comunicación Corporativa de GBSB Global Business School, Adrià Alsina, y la Gerente General de Barcelona Global, Mercè Conesa.
Costa expresó su pesar por la falta de progreso de la UE en aumentar su autonomía estratégica y abogó por explorar nuevas alianzas con otras potencias, más allá de los Estados Unidos.
Según Costa, después de la llegada de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos, la UE podría convertirse en «uno de los únicos campos en el mundo» comprometido con los valores de las democracias liberales, el multilateralismo y los derechos humanos.
En cuanto a Andorra, Costa explicó que como un estado pequeño, el país no tiene más opción que practicar y confiar en el multilateralismo, especialmente en aspectos clave para el país como la defensa, donde Andorra no cuenta con recursos militares.
Costa defendió el acuerdo de asociación con la UE como «la mejor opción» para Andorra, ya que ofrece ventajas similares a las de un estado miembro, a pesar de la falta de consideración para países pequeños en la arquitectura institucional de la UE.
Desde el inicio de la conferencia, Joan Francesc Fondevila (Sociedad de Comunicación Catalana) destacó que las «discusiones BCN» pretenden ser una herramienta útil para conocer la opinión de personalidades relevantes.
Adrià Alsina (GBSB Global Business School) mencionó que «BCN Talks» busca ser un espacio de opinión y debate internacionales en inglés, complementando a los existentes en catalán y castellano, y agradeció a Costa por inaugurar la iniciativa.
Por su parte, Mercè Conesa explicó que en Barcelona se trabaja en dos líneas estratégicas: el talento y la atracción de inversiones, con el objetivo de aumentar la competitividad del capital catalán, especialmente en el ámbito científico y de investigación.