Un mes sin alcohol para mejorar la salud y el bienestar

Después de las fiestas navideñas, muchas personas buscan comer más saludable y reducir el consumo de alcohol para perder peso y cuidar su salud, es por eso que algunos optan por unirse al reto Enero Seco absteniéndose de alcohol durante el mes, algo que tiene «beneficios inmediatos» como pérdida de peso, mejor sueño y fortalecimiento del sistema inmunológico, explicó el doctor José Francisco Tornero Aguilera, profesor y miembro del grupo de Investigación en Psicofisiología Aplicada de la Universidad Europea, en una entrevista para Europa Press Infosalus.

El especialista aseguró que una persona que bebe alcohol regularmente experimentará cambios «rápidos» en estas tres áreas desde el primer día de abstinencia, momento en el que el cuerpo comenzará un proceso de desintoxicación en el que el hígado será el primer beneficiado, siendo el órgano más afectado por este consumo.

Posteriormente, recordó que el consumo promedio diario de cerveza en España por persona es de «dos cervezas», lo que se traduce en 300 kilocalorías adicionales al día, y que si se eliminara a largo plazo, resultaría en una dieta con déficit calórico de casi doce o trece kilos al año. «Por eso vemos esas barrigas cerveceras. (Dejar el alcohol) normalmente reduce el peso, (mejora) la salud cardiovascular, el sistema inmunológico, etc.», añadió.

Por otro lado, Tornero señaló que existe una «fuerte presión social» para beber alcohol, especialmente en países donde «está tan normalizado» como España, lo que dificulta la adherencia al reto, por lo que aconsejó tener respuestas preparadas a los comentarios de compañeros y actuar de manera divertida o inteligente.

Asimismo, recomendó elegir «aliados» y rodearse de personas menos propensas a beber, ya que estar con personas que beben aumenta las posibilidades de que termines bebiendo. En este tipo de situaciones, es recomendable optar por bebidas alternativas como agua con limón, hielo y sal, que es «similar a un refresco» y «mucho más saludable».

Aunque el doctor defendió que no se debe demonizar el consumo de alcohol, destacó la importancia de promover un consumo controlado, especialmente en la cultura mediterránea, cuya dieta es la más respaldada en una época en la que los habitantes de la región presentan más signos de sobrepeso y obesidad, principalmente debido al consumo excesivo de alcohol y otros productos que no forman parte de la dieta mediterránea.

Tornero también quiso diferenciar entre bebedores habituales que disfrutan del alcohol en compañía y personas alcohólicas, recomendando a estos últimos buscar ayuda médica si desean dejar de beber, ya que hacerlo repentinamente podría tener consecuencias negativas.

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