La escuela rural El Puente del Arzobispo involucra a sus alumnos del entorno del Taj con un proyecto educativo transversal

La escuela rural El Puente del Arzobispo involucra a sus alumnos del entorno del Taj con un proyecto educativo transversal

Durante todo el curso académico 2023/2024, el Grupo Escuela Rural (CRA) «Villas del Tajo», centro que agrupa a los municipios toledanos de El Puente del Arzobispo, Torrico y Valdeverdeja, desarrolló su proyecto «Una Pieza a Pieza». Una iniciativa encaminada a impartir a los estudiantes conocimientos sobre el río y la protección del medio ambiente, de acuerdo con los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos en la Agenda 2030, a través de una propuesta educativa innovadora basada en juegos, actividades y desarrollo de contenidos. Impulsado y coordinado por los profesores del CRA Ernesto Santurino y Victoria Carrasquilla, y con la implicación de todo el profesorado, empezando por el director del centro, Manuel Casillas, y el apoyo del Patronato, «A destajo por el Tajo» se repartió en 52 semanas de actividades compartidas en siete misiones, en las que participaron activamente los 157 alumnos de la escuela.

Durante un intenso año de actividades, el proyecto tuvo como objetivo, en primer lugar, familiarizar y ampliar los conocimientos de los alumnos de Educación Infantil y Primaria sobre el entorno fluvial. Un objeto del proyecto seleccionado porque vincula los tres municipios de la CRA y porque es familiar para los estudiantes. «Teníamos claro que tenía que ser un elemento que formara parte de la realidad de los estudiantes», afirma al respecto Victoria Carrasquilla en declaraciones a Europa Press. «Trabajar en algo que ya saben implica una motivación intrínseca», añade. Sin embargo, dada la familiaridad del entorno, Carrasquilla destaca la importancia de generar formas de impartir conocimientos que sean novedosas y atractivas, involucrándolos en «muchas actividades diferentes y extraordinariamente creativas».

Así, durante las 52 semanas, los estudiantes tuvieron la oportunidad de profundizar en sus conocimientos a través de «actividades digitales», gracias al uso de tabletas, pizarras electrónicas o incluso gafas de realidad virtual. «Trabajamos mucho con tablets, con paneles, pero es algo que suelen tener en sus casas, pero las gafas de realidad virtual para ellos es algo completamente nuevo y les causó una gran impresión ver las imágenes», celebra Carrasquilla. Apoyo en tecnología que no sustituyó el trabajo creativo manual, mediante el desarrollo de decenas de juegos de mesa, libros o dípticos, entre otros elementos desarrollados, junto con actividades de campo como senderos o juegos en el entorno ribereño. “Trabajamos mucho en la metodología game-based learning, por eso creamos muchos juegos para que todo lo aprendido se reforzara de una forma más lúdica”, afirma Carrasquilla.

En este sentido, Santurino describió, como ejemplo del esfuerzo creativo para implementar el proyecto, la adaptación de exitosos juegos de mesa con la fauna del Tajo, logrando que los alumnos se enamoraran de ellos y pidieran volver a jugarlos. Por otro lado, el proyecto no se limitó a actividades concretas, sino que estableció un marco temático que abarcó todo el curso, convirtiendo al río Tajo en protagonista de eventos como Carnavales e implicando a todos los alumnos en la creación de contenidos como un vídeo musical.

Junto al elemento educativo y de transferencia de conocimiento, “A destajo por el Tajo” avanzó hacia un segundo objetivo de sensibilización medioambiental. «Lo más importante es crear conciencia ambiental entre los estudiantes», afirma Santurino al respecto, afirmando que todo el proyecto incorporó como guía los «Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos en la Agenda 2030» incorporando «muchas metas de esa agenda, como ser la acción climática. Entre ellas, el coordinador del proyecto destacó la protección de los «ecosistemas terrestres» así como la sensibilización sobre «el agua y su uso» en un espacio como la cuenca del Tajo donde cobra especial relevancia. Además, destaca el potencial que ofrece el CRA, ya que permitió la participación e interrelación de estudiantes de Puente del Arzobispo, Torrico y también Valdeverdeja. “Ya que somos un Centro Rural Agrupado y los proyectos que realizamos los realizamos las tres secciones”, afirmó.

En el mismo sentido, el director del CRA, Manuel Casillas, pone especial énfasis en destacar que, junto a «todo el estudiantado», «también participó activamente toda la comunidad educativa, todo el ayuntamiento y todo el cluster». profesores de El Puente del Arzobispo, Torrico y Valdeverdeja. «Estamos concienciando a toda la comunidad educativa, no sólo a los alumnos, de que hay que cuidar el río y que es algo importante en nuestras vidas», añade. Casillas celebra el elemento de unidad entre municipios que facilita la CRA, señalando que «crea conciencia no tanto sobre las ciudades y pueblos, sino sobre el territorio». «Necesitamos unirnos todos para hacer avanzar la zona», afirma el director. Además, adelantó que el centro ya trabaja en el próximo proyecto que tocará el próximo año, basado en “las raíces del folclore, la música, el trabajo y por supuesto el río seguirá”.

«Lo que queremos es explotar nuestro arraigo, la riqueza que tenemos en estos municipios, en los despoblados, que es algo desconocido, pero que realmente es una riqueza enorme», afirmó. El consistorio, que ha mantenido su apoyo durante todo el proyecto, también valora el potencial de este tipo de agrupaciones escolares rurales. El delegado del Concejo de Talavera de la Reina, David Gómez, recuerda que en Castilla-La Mancha hay «919 municipios, la mayoría de ellos de ámbito rural, y que estos núcleos rurales deben tener la misma tecnología y las mismas posibilidades que cualquier centro situado en el entorno urbano”. Gómez celebró el éxito de «A destajo por el Tajo», felicitando a sus promotores y señalando que «supieron aprovechar muy bien los recursos que pusimos a disposición desde el Gobierno de Castilla-La Mancha». Así, el delegado del Consejo de Administración valoró el uso de las nuevas tecnologías, demostrando que «los niños están muy acostumbrados a todo el ecosistema de las nuevas tecnologías, con todo lo que es la sociedad de la información, y la educación debe avanzar, y la educación pública debe estar al día». con estos tiempos.

En este sentido, afirma desde la Dirección de Autonomía, con recursos como «tabletas electrónicas o gafas de realidad virtual» que hicieron posible, en este caso, «un proyecto ilusionante, es un proyecto bonito, que tiene más sentido que nunca». en un pueblo como El Puente del Arzobispo, donde el municipio no se llevaría muy bien si no fuera por Tajo».

Por otro lado, a nivel municipal también se celebra la implicación de la población, más allá de los propios estudiantes. La alcaldesa de El Puente del Arzobispo, Rocío Castro, elogia que las actividades hayan permitido «no sólo a los niños, sino también a las personas mayores, a todo el que quiera» implicarse, gracias a actividades que quedan en el ámbito municipal, como el recorrido con placas de código QR en el Parque de las Charcas». Castro defiende también la importancia de las escuelas rurales para todo el municipio, señalando que las zonas rurales «cada vez tienen menos población» y que los recursos educativos son fundamentales para mantenerla y atraer gente. Además, destaca el potencial que ofrece la agrupación escolar, que «conduce a una unión» entre ayuntamientos.

FUENTE

nuevaprensa.info

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