España debe proteger eficazmente sus mares y océanos

España debe proteger eficazmente sus mares y océanos

Día Mundial de los Océanos 2024: El ministro Luis Planas ha paralizado 96 planes de gestión en áreas marinas protegidas y España aún no ha ratificado el Tratado Global de los Océanos. La pesca industrial y la minería submarina siguen avanzando entre las grandes amenazas a los océanos. Greenpeace ha publicado un informe que revela el aumento de la sobrepesca a pesar de la gestión por parte de organizaciones regionales de gestión pesquera. Dos barcos de la organización ecologista se encuentran actualmente frente a las costas españolas informando y documentando la situación de los océanos.

Con motivo del Día Mundial de los Océanos 2024 que se celebra este sábado 8 de junio, denuncia la organización ecologista, a bordo de su buque Arctic Sunrise, la dualidad del Gobierno de España, que, por un lado, se define como ejemplo en la protección de los océanos, pero, por otro, sigue sin ratificar el Tratado Global de los Océanos de Naciones Unidas y mantiene bloqueados 96 planes de gestión en zonas ya protegidas por Cantabria, el Atlántico y el Mediterráneo a través de su ministro de Pesca, Luis Planas.

“La flota industrial tiene un gran poder y dirige la Secretaría General de Pesca como si fuera una marioneta. No podemos permitir que la industria siga saqueando los océanos y creando obstáculos a la hora de protegerlos», afirmó Marta Martín-Borregón, responsable de Océanos de la organización ecologista.

La organización ambientalista destaca que es necesario proteger 30% de las aguas nacionales para 2030 (así como internacionales) y cumplir con las regulaciones internacionales, especialmente aquellas Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB). En España, la superficie marina protegida ha aumentado en los últimos años del 12% al 20,9% en 2024 tras la declaración de las últimas 7 áreas protegidas en diciembre de 2023 y, en el caso del Mediterráneo, ya ha alcanzado el 30%, pero sólo en papel.

«El gobierno español se ha comprometido a alcanzar un 25% de protección para 2025 y necesitamos que se cumpla también esta etapa intermedia. Pero no basta con seguir declarando espacios hasta el infinito para respetar un porcentaje: necesitamos que esos espacios tengan Planes de gestión eficaces para garantizar la conservación de los ecosistemas y la biodiversidad, además de poder realizar un seguimiento de su eficacia. Es fundamental involucrar al sector pesquero artesanal, a la ciencia y a las ONG cuando se propone superficie marina a proteger para que se tengan en cuenta sus opiniones, así como sus necesidades para preservar sus medios de vida», añade Martín-Borregón.

Todo esto implica que ese 20,9% de espacios actualmente protegidos no es real porque muchos de estos espacios no están gestionados, por lo que son «parques de papel» sujetos a numerosos impactos y amenazas.

Además, la organización ecologista destaca que es de vital importancia garantizar que un 10% de la superficie marina esté «altamente protegida», es decir, libres de actividades extractivas y de cualquier tipo de impacto sobre la biodiversidad, como lo son las reservas marinas integrales, para permitir la recuperación de los ecosistemas marinos y la biodiversidad que albergan.

Actualmente, dos buques de la organización ecologista, Arctic Sunrise y Witness, se encuentran en aguas españolas realizando labores de documentación, encuentros con la comunidad científica, el sector de la pesca artesanal y mariscadora y otras organizaciones defensoras de nuestros mares.

Nuevas amenazas a los océanos

Aunque en los últimos años se han logrado avances en la conservación de los océanos, estos continúan en peligro crítico de extinción y enfrentan numerosas amenazas, entre las que destaca la organización ecologista sobrepesca y acuicultura industrial. Otros son la contaminación, especialmente la generada por materiales plásticos, el cambio climático, pérdida y destrucción del hábitat. Los océanos también se enfrentan a una nueva amenaza que todavía se puede detener, minería submarina: Empresas y gobiernos, principalmente del norte global, quieren poner en marcha una nueva industria para extraer nódulos metálicos de las profundidades del mar, a más de 4.000 metros de profundidad, lo que causaría daños irreparables a ecosistemas clave para la vida en la Tierra y hogar de especies que aún no se conocen. Para ello, deberán bajar máquinas gigantescas a esa profundidad y elevar todo el fondo marino, destruyendo todo a su paso.

Mantenga su equipo de pesca artesanal

La organización ambientalista está trabajando activamente para generar un cambio en el modelo pesquero actual, preservando los artes de pesca artesanal y el marisqueo, por la sostenibilidad de sus artes y el fomento de la reducción de las emisiones de CO2. Se estima que las emisiones de la pesca de arrastre de fondo equivalen a 370 millones de toneladas métricas de CO2 (más del doble de lo que la industria pesquera mundial emite por el consumo de combustibles fósiles). También es fundamental tener una distribución equitativa, es decir, una distribución de las capturas en beneficio de la pesquería sostenible y de las comunidades locales que viven de ella, incluyendo criterios sociales y ambientales en la distribución para cumplir con el artículo 17 de la Política común de Pesca.

Por otra parte, un nuevo informe de la organización medioambiental analiza cómo el Tratado Mundial sobre los Océanos puede ayudar a reparar la mala gestión en aguas internacionales de las Organizaciones Regionales de Ordenación Pesquera (OROP), porque desde su origen en la década de 1970, la sobrepesca global ha crecido casi continuamente. En 2019, la sobrepesca alcanzó un máximo histórico del 35,4% de todas las poblaciones de peces evaluadas, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Las capturas mundiales aumentaron de 20 a 90 millones de toneladas desde 1950 hasta mediados de los años 1990, estabilizándose en las últimas tres décadas.

Perdido Organizaciones Regionales de Ordenación Pesquera (OROP) En general, son un ejemplo vivo del actual sistema de gobernanza y mala gestión global de los océanos: el 95% de la biodiversidad de los peces marinos no se valora y el 97% de la pesca en alta mar la llevan a cabo embarcaciones con pabellones de mayores ingresos países. Un promedio del 55% de las poblaciones gestionadas por las Organizaciones Regionales de Ordenación Pesquera (OROP) Se consideran colapsadas y sobreexplotadas, y el 75% de las 48 poblaciones de peces capturados en el medio silvestre evaluadas están agotadas o sobreexplotadas.

El Tratado Mundial sobre los Océanos proporciona protección marina en alta mar y garantiza que las medidas de conservación adoptadas se apliquen a las actividades que ya están bajo su jurisdicción. Las Organizaciones Regionales de Ordenación Pesquera (OROP). Los gobiernos deben actuar urgentemente en los próximos meses y garantizar que el tratado entre en vigor antes de junio de 2022 Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos.

FUENTE

nuevaprensa.info

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