Absorber la atmósfera y era imposible
Existe una área en el mundo que absorbe la atmósfera, un fenómeno que desconcierta a los científicos. Lo que sucederá en 2025 con la atmósfera española es de gran interés, al igual que esta región que parece estar buscando sus propias soluciones. La contaminación del aire preocupa a los expertos debido a la presencia de elementos nocivos que generan efectos negativos en la salud de los seres vivos y en el medio ambiente natural.
La contaminación del aire puede tener diferentes grados de extensión, ya sea localizada cerca de un foco de contaminación o a nivel global cuando afecta el equilibrio del planeta Tierra. Las principales causas de esta contaminación están relacionadas con las actividades humanas, aunque también existen emisiones provenientes de procesos naturales como erupciones volcánicas, humo de incendios naturales, tormentas de polvo, polen y esporas de plantas.
Otras prácticas que contribuyen al deterioro de la atmósfera son la minería, el uso excesivo de pesticidas y la deforestación. Las consecuencias de la contaminación del aire son diversas e incluyen enfermedades respiratorias, enfermedades de la piel, contaminación en las grandes ciudades, cambio climático, agotamiento de la capa de ozono y lluvia ácida, entre otros.
Esta región del mundo absorbe la atmósfera: está claro lo que quiere lograr
La región de Asia Pacífico (APAC) se está convirtiendo en un centro de captura y almacenamiento de carbono (CAC). Los países asiáticos están intensificando sus esfuerzos en la lucha por la descarbonización, a pesar de los desafíos geológicos que enfrentan algunos países de la región para la captura, uso y almacenamiento de carbono (CCUS). La investigación de Rystad Energy destaca a Australia, Malasia e Indonesia como nodos emergentes en la región APAC.
Estos lugares del mundo están determinados por su potencial para almacenar CO2 en depósitos agotados de petróleo y gas, así como por las estrictas regulaciones ambientales. El reconocimiento de este potencial y la urgencia de reducir las emisiones ha llevado a esta zona a atraer una parte significativa de la inversión prevista de hasta 15.000 millones de dólares en CCUS en Asia Pacífico en los próximos diez años.
Por lo tanto, el sudeste de Asia está emergiendo como un competidor prometedor en el área, ofreciendo opciones rentables de almacenamiento de carbono en la región APAC. Esto ha llevado a países como Japón y Corea del Sur a unirse con empresas del este de Asia, así como con agencias de sudeste de Asia y Australia.
En esta región también encontramos a empresas como Petronas de Malasia, Pertamina de Indonesia y corporaciones australianas como Santos y Woodside Energía. La colaboración regional mejorada tiene en cuenta la alta densidad de población y la limitada infraestructura nacional en ciertas zonas de Asia, lo que obliga a las autoridades a buscar soluciones de almacenamiento más allá de sus fronteras.
Asia Pacífico emerge como centro de captura y almacenamiento de carbono: la atmósfera cambiará (o eso es lo que quieren)
Este impulso es cada vez mayor en Australia, Malasia e Indonesia, con el objetivo de cerrar las lagunas regulatorias y facilitar la llegada de centros clave de almacenamiento de carbono.
La disponibilidad de campos de petróleo y gas agotados, combinada con una amplia capacidad de almacenamiento, infraestructura viable y regulaciones favorables, fomenta aún más las propuestas de almacenamiento de carbono en los países mencionados. La lucha por reducir las emisiones de CO2 en APAC ya está en marcha y los responsables de políticas están trabajando para cerrar las brechas regulatorias y desbloquear la cadena de valor de la CAC.
Finalmente, la región de Asia Pacífico está emergiendo como un centro absorbente de la atmósfera, convirtiéndose en un centro de captura y almacenamiento de carbono. Esto es casi tan impactante como lo que sucede en Islandia, donde se crean rocas en la atmósfera.
