Su uso diario genera una acumulación de miles de bacterias que pueden resultar perjudiciales para las personas que lo utilizan si no se limpia y desinfecta adecuadamente y con la frecuencia necesaria. Además, descuidar la higiene del baño provoca la aparición de sarro en la taza del inodoro que se acumula en forma de desagradables líneas amarillas.

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