Nuestras casas suelen ser nuestro refugio, un oasis de comodidad en el que nos sentimos protegidos. Sin embargo, para las personas con alergia a los ácaros, la casa puede convertirse en un ambiente hostil. Estos son pequeños artrópodos que viven en la mayoría de las casas, no importa cuánto sean, y su eliminación es una tarea compleja. La mayoría de los esfuerzos para controlarlos deben dirigirse a ciertas áreas, a sus escondites favoritos, en los que la carga de los ácaros del polvo es mayor.