El presidente de Foment del Trabajo, Josep Sánchez Llibre, se mostró «absoluto de acuerdo» con la propuesta de baja laboral flexible de la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, porque asegura que contribuirá a reducir el absentismo laboral.
Así lo afirmó este viernes en declaraciones dirigidas a la prensa en la sede patronal, donde se llevó a cabo una evaluación del PIME, en la que participan 20 organizaciones territoriales «confederadas» con Foment.
«Estamos absolutamente de acuerdo con el planteamiento de Saiz y para que se incorpore a la legislación laboral», y recordó que la propuesta, que propone que los trabajadores en baja puedan reincorporarse progresivamente al trabajo, es un alto reclamo en las reuniones de la CEOE.
El presidente Foment pidió que esta medida se traslade a la mesa del diálogo social y está convencido de que puede «atentar el absentismo laboral que perjudica la productividad» y que, según un estudio reciente, cuesta 37.000 millones al año en España.
Sánchez Llibre cree que esta flexibilidad laboral «será muy efectiva para muchas personas que tienen pluriempleo» y valoró que el Gobierno haya tomado conciencia, según sus palabras, del problema del absentismo, que afecta a entre el 15 y el 20% de los trabajadores. empresas.
A favor de las excedencias flexibles también se mostró el presidente del Consejo Territorial del PIME y el presidente de Cecot, Xavier Panés, quien se refirió a la «obsesión por insistir en este problema» que tienen las pymes, al ser las más afectadas por el absentismo.
Panés valoró positivamente el último año de actividad del PIME y destacó su sistema confederal -cada una de las 20 organizaciones que lo componen elige sus propios órganos ejecutivos-, que Sánchez Llibre calificó de «singularidad democrática».
Según Foment, las pequeñas, medianas y microempresas representan el 75% del PIB catalán y el 18% del PIB español, y hay 260.000 empresas de este tamaño en Cataluña.
El presidente de la patronal también se refirió a la reducción del horario de trabajo propuesta por el Gobierno y que, reiteró, debe debatirse «necesariamente en la mesa de diálogo social, como se viene haciendo desde hace 45 años, y que ha demostrado ser una herramienta esencial».
Criticó lo que calificó de «intromisión» del Gobierno, tras señalar que algunas empresas ya tienen una jornada laboral inferior a las 37,5 horas propuestas.
Panés coincidió en que el diálogo social es lo que «conviene a las pymes» en estas materias, ya que las grandes empresas ya tienen sus propios convenios.