Sánchez aborda conflictos en Ucrania y Gaza, y comercio con China.
Es el segundo viaje del presidente del Gobierno español a China en menos de dos años.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el líder chino, Xi Jinping, mantuvieron discusiones sobre la guerra en Ucrania y Gaza y la necesidad de «relaciones cercanas, profundas y equilibradas» entre ambos países.
Pese a varios puntos de tensión entre Madrid y Pekín, el gobierno español afirmó que el segundo viaje del Primer Ministro a China en menos de dos años «demuestra el deseo común de ambos países de mantener un diálogo regular al más alto nivel en sus relaciones bilaterales».
Sus conversaciones Sánchez y Xi el lunes abordaron los conflictos en Ucrania y Gaza, y el líder español insistió en trabajar por la paz con la participación de Naciones Unidas.
China es uno de los cinco miembros permanentes con poder de veto del Consejo de Seguridad de la ONU, mientras que España es miembro de la OTAN, a la que China ha acusado de envalentonar al presidente ruso, Vladímir Putin, para lanzar su invasión a gran escala de Ucrania.
En 2023 presentó su propia propuesta de plan de paz para Ucrania, que se estancó. Desde entonces, Beijing no ha desempeñado ningún papel público en la guerra.
También estuvo sobre la mesa el comercio, que se ha convertido en un tema candente en las relaciones chino-europeas en los últimos años.
Según el Gobierno español, Sánchez afirmó en la reunión con Xi que su país quiere «construir puentes» defender conjuntamente un «órdenes de comercio justo» que haga crecer nuestras economías y beneficie a nuestras industrias y ciudadanos.
Sánchez y funcionarios chinos hicieron declaraciones a favor del libre comercio y promover los intercambios culturales y el turismo, según la emisora estatal china circuito cerrado de televisión, pero no han anunciado ningún detalle en la disputa en curso sobre vehículos eléctricos y sobre cerdo.
España estuvo entre los miembros de la UE que expresaron su apoyo a principios de este año a una tasa del 36,7% sobre los vehículos eléctricos chinos. El gobierno chino respondió iniciando una investigación sobre los subsidios a las importaciones de carne de cerdo y productos lácteos de la UE.
Las exportaciones de productos porcinos de la UE a China alcanzaron un máximo de 7.400 millones de euros en 2020, ya que Beijing tuvo que recurrir al extranjero para satisfacer la demanda interna después de sus granjas porcinas fueron diezmadas por la peste porcina. Desde entonces, las exportaciones de carne de cerdo de la UE a China han caído a 2.500 millones de euros el año pasado. Casi la mitad de este total provino de España.
La tensión por la carne de cerdo no impidió que España aceptara el plan de la automotriz china Cereza para construir una fábrica de vehículos eléctricos en Barcelona.
«Esperamos que España siga proporcionando un entorno empresarial justo, equitativo, seguro y no discriminatorio para que las empresas chinas inviertan y hagan negocios», dijo Xi, según CCTV, que también citó a Sánchez. España «defiende los principios de libre comercio y mercados abiertos y no apoya una guerra comercial».
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