Rusia revive la diplomacia misilística con la llegada de un submarino nuclear a Cuba
Este artículo fue originalmente publicado en inglés.
El submarino nuclear ruso Kazán ya ha llegado al puerto de La Habana junto con una fragata misilística. La arriesgada maniobra del Kremlin en el Caribe responde a una presunta intromisión de Estados Unidos en Europa del Este. La Casa Blanca está siguiendo la situación, pero no la considera una amenaza.
Ecos perdidos de la Guerra Fría parecen estar resonando de nuevo en la paradisíaca isla de Cuba, a cuyas aguas ya ha llegado una flotilla de barcos de la Armada rusa. Se espera que los barcos permanezcan hasta el 17 de junio, lo que llevó a Estados Unidos y Canadá a movilizar sus barcos en la zona, según «Newsweek». Los buques militares que enarbolan la bandera de la Armada rusa son vigilados de cerca por la Marina de Guerra de Estados Unidos, particularmente interesada en una mirada más cercana a la capacidad militar de la flota rival.
El grupo está formado por dos joyas de la corona de la Armada rusa: el submarino de misiles de crucero Kazán de propulsión nuclear y clase Yasen, y la fragata de misiles Almirante ruso Gorshkov. Las dos unidades de combate marítimo cuentan con el apoyo de un par de buques auxiliares, un petrolero y un remolcador de salvamento.
De camino a Cuba, los barcos continuaron con ejercicios «sobre el uso de armas de misiles de precisión en el Océano Atlántico». Durante el viaje, anunció el comandante en jefe de la Armada rusa, Alexander Moiseyev. En la ruta a Cuba, los marineros rusos demostraron su poder militar naval.
Este regreso de la presencia militar rusa en Cuba fue bien recibido por el régimen de La Habana tras años de aislamiento desde los últimos días de la Unión Soviética en 1989, cuando se produjo la última visita a la isla de un líder soviético, Mikhail Gorbachev.
Según fuentes del Ministerio de Defensa ruso, «los barcos pasaron a unas decenas de kilómetros de la costa de Florida». El portavoz de la Casa Blanca, John Kirby, declaró anteriormente que Estados Unidos estaba monitoreando la situación sobre la visita de buques de la armada rusa a Cuba, pero que no lo veía como una amenaza para su seguridad nacional.
La Marina de los EE.UU. siguió al submarino nuclear con el avión «cazador de submarinos» P-8 Poseidon. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba dijo que los buques de guerra rusos permanecerían en La Habana hasta el 17 de junio, señalando que ninguno de ellos portará armas nucleares y asegurando que su presencia «no es una amenaza para la región».
La prensa cubana afirma que la visita está relacionada con las relaciones históricas de amistad entre ambos países. Durante su estancia, los marineros rusos llevarán a cabo varias actividades, como visitas de cortesía al jefe de la Armada de la Guerra Revolucionaria y al Gobernador de La Habana. Además, visitarán lugares de interés histórico y cultural.
Los cubanos intentarán evitar cualquier paralelismo con la crisis de los misiles cubanos de 1962, cuando el intento soviético de desplegar ojivas nucleares en Cuba llevó al mundo al borde de la Tercera Guerra Mundial.
FUENTE