Riesgo por cortes de energía en Ecuador para pacientes con cáncer y enfermedades crónicas
Hace un año, Linda Vidal, ecuatoriana que sufre de cáncer y una enfermedad respiratoria progresiva, está conectada a un concentrador de oxígeno que solo funciona con electricidad.
«Tener luz es crucial, porque mi vida, mi respiración, mis pulmones dependen de ello», afirmó la mujer de 52 años a The Associated Press.
A pesar de su condición, Vidal no escapa al racionamiento de hasta 14 horas al día impuesto por el gobierno del presidente Daniel Noboa para enfrentar una crisis energética debido a una severa sequía que afecta la producción hidroeléctrica, que representa el 72% de la producción eléctrica nacional.
Mientras se interrumpe el suministro eléctrico, la mujer debe permanecer inmóvil para poder respirar, sumergida en la angustia cada vez que suena su dispositivo.
Después de un mes de apagones programados, el gobierno no ha encontrado una solución a la crisis, algo que los expertos indican que no ocurrirá pronto. Muchos ecuatorianos, como Vidal, esperan con ansias que lleguen las lluvias al sur del país para que el sistema hidroeléctrico pueda volver a producir.
Vidal sufre de linfoma de Hodgkin, por el cual fue operada y está en espera de remisión. Sin embargo, la rinoesclerosis respiratoria, una enfermedad crónica y progresiva causada por bacterias, dificulta su respiración.
Sentada en un sillón con su concentrador, que suena constantemente cuando está enchufado, suministra oxígeno a través de un tubo. Los cortes de luz han sido una pesadilla para ella y su hermana, quienes viven solas y comparten un piso en la capital.
Al igual que Vidal, muchos pacientes con problemas respiratorios y cáncer de pulmón se ven afectados por los cortes de luz. Otras enfermedades como la fibrosis pulmonar y la hipertensión pulmonar también requieren equipos de oxígeno, según Gustavo Dávila, director de la Fundación Jóvenes Contra el Cáncer.
