Pasión y tradición en la Semana Santa de Aragón con ruido en las calles y sabores en la mesa

Aragón vive con intensidad y pasión por una Semana Santa, que combina la tradición popular y el fervor, que suena hasta el ruido tormentoso de la exageración y el tambor en las calles de Bajo Aragón Turolense y, en la mesa, en la mesa, olores y conoce y conoce torrijas, huevos o botas.
La antigüedad, su característica o valor histórico de estas vacaciones han motivado que se declare un partido de interés turístico de 23 ubicaciones de Aragón. El reconocimiento es internacional en el caso de la ruta del tambor y la exageración, que tiene lugar en nueve ubicaciones en la provincia de Teruel y en la salud sagrada de Zaragoza.
La ruta del tambor y la bomba delgada de Aragón, con cientos de estos instrumentos tocando al unísono en uno de los momentos más emocionantes e interesantes: «predeterminado del tiempo».
Rumble rompe al unísono el silencio que envuelve un paisaje sombrío y duro. Miles de tambores y tambores cobran vida en manos de varias generaciones unidas a una pasión y la tierra temblora por la muerte de Jesucristo.
Un sonido seco e impactante, que está revoloteando en los corazones de los que miran y los que se tocan, ya sea por tradición o por devoción, y que inundan las calles Albalate del Arzobispo, Alcorisa, Andorra, Híjar, en Puebla de Híjar, Samper de Calanda y Urrea de Gaén, en el viernes y en el viernes, y en el viernes, y, el viernes, y, el viernes, y, el viernes, y, el viernes, y, el viernes, y, en el viernes, y, en el viernes, y, en el viernes, y, el viernes, y, en el viernes, y, en el viernes, y, en el viernes, y, en el viernes, y, en el viernes, y, en el viernes, y, en el viernes, y, en el viernes, y al viernes, y al viernes, y a los viernes, y al viernes, y al viernes, y al viernes, a los viernes, y al viernes, a los viernes. Calanda la noche siguiente.
Fue precisamente en esta última reunión, vino cuando el vecino más ilustre, el cineasta Luis Buñuel, quien se bronía como otro. Aquellos que visiten Calanda podrán aprovechar la oportunidad de ingresar al centro de Buñuel y cumplir con este genio del surrealismo y su actividad, cuyo nacimiento tiene 125 años.
En Híjar, puede visitar la ruta del Museo de la Drum and Bysmum, ubicada en la sede de la región de Bajo Martín, que recolecta la sensación que ingresa a estos nueve aldeas, que todos suenan como uno, pero cada uno con su propio encanto y tinte de azul, púrpura y negro de la túnica y los Thirds.
Sin dejar el bajo de Aragón, en la ciudad de Alcañiz, los tambores no predominan y no «rompen la hora», sino un profundo silencio acompañado de la batería el jueves.
Sin embargo, la mayor concentración de tambores y tambores en España no tiene lugar en ninguno de estos municipios, sino en la capital Aragonez, que reúne a más de 12,000 hermanos y aproximadamente 4,000 instrumentos en 50 procesiones de Ramos el domingo a Pascua.
Después de la procesión de Las Palmas, la procesión de los nazares de Jesús de la humildad y de María, los santos nombres, que dejan el vecindario Magdalene bajo los pétalos que arrojan los vecinos; La reunión, a la medianoche, el miércoles; O un Jueves Santo en el que los pasos y los capítulos monopolizan monitorearon el centro de la ciudad, que se cierra al amanecer con la llegada a la Iglesia de San Cayetano, un centro nervioso de la Semana Santa Zaragosana, de una de las imágenes más notables, la de Virgen de Piedad, que se encuentra frente al Templo con Cristo.
Además, la procesión del funeral sagrado de Zaragoza, a la que asistieron toda la hermandad y la hermandad de la ciudad, es la más antigua de España, con más de 700 años de historia. En esta reunión inigualable, Saetas y Jotas se mezclan con el sonido de tambores, tambores, rasguños y Carraclas.
Las otras dos capitales de Aragón viven este encuentro con emoción. Este es el caso de Huesca, que tiene el paso más antiguo en España, el perdón y su funeral sagrado reúnen a todo el hermano de la ciudad que acompaña a 19 grupos escultóricos.
En Teruel, en los hermosos antecedentes que conforman los monumentos de la capital, Mudejar, asombró la procesión de la santa furitación, la «ruptura del tiempo» y el baile de la Virgen. En este momento, toda la ciudad se entrega al rito, la estética, la tradición y cualquier manifestación relacionada con las conmemoraciones de la pasión, con siete hermanos, numerosos actos y la multitud de creyentes y espectadores.
Pero la Semana Santa no termina en las tres capitales, y los pasos en los que las calles de Zaragoza en Tarazona, Torcure de la Cañada, Ateca, Tauste, Calatayud o Caspe también son espectaculares.
En la ciudad de Turiassonense, se destaca el resaltado de Via Crucis y la función de descenso; En Torcureo de la Cañada, organizan el descenso de Cristo de la Cruz con personajes que representan a Nicodmus, José de Aime y San Juan, que dan el cuerpo de su madre, la Virgen María; Y en Ateca, 350 vecinos representan 40 pasos con escenas antiguas y del Nuevo Testamento, incluido un esqueleto original del diecisiétlodín que representa la muerte.
La Semana Santa de Tauste data del siglo XVI e incluye procesiones como los siete dolores de la Virgen María, Burreta o la reunión; En Calatayud, el funeral sagrado combina pasos y escenas del Antiguo y Nuevo Testamento; Mientras que, en casserates, los insectos, la batería y la batería acompañan procesiones como el funeral sagrado, con un flotador que lleva uno de los mejores fragmentos en el «Lignum Crucis».
En los municipios con Turolense, se destaca la pasión de Sarrión o Valderrobres, donde la ropa colorea las calles de esta ciudad, incluida en la lista de los pueblos más bellos del país.
En la provincia de Altoaragonese, la representación de la máquina sacramental del enclave está temblando, que tiene lugar a los doce años el jueves por la noche en Ayerbe, con una «ruptura» del tiempo y voces del Reino ORFEON de Mallos para romper el silencio riguroso que acompaña a la representación.
Intensa devoción que predomina en la Semana Santa de Barbastro, con procesiones que datan de los siglos XIII y XIV y viven hoy una recuperación con la incorporación de mujeres y jóvenes; Y en Jaca, donde los vecinos y visitantes participan con gran respeto por el Paso de la Guardia Romana.
Por otro lado, no todo es devoción, y la Semana Santa Aragona también se disfruta en la mesa, porque Ramos el domingo bendice las ramas y las palmas de aceitunas de que los niños están llenos de dulces y dulces, en diferentes vacaciones del lunes de Pascua, todas las comidas, ya sea que estén salados.
Para el Jueves Santo, Cabolafuente (Zaragoza) recuperó la limonada tradicional acompañada de dulces típicos de estos datos, como copos, flores o buñuelos, mientras que la esponja (Zaragoza) y los bolones (Huesca) mantienen el hábito de celebrar el jueves con «cena de huevos».
Los huevos, esta vez fritos, también son los protagonistas de la ciudad de Zaragoza en Lagata, el sábado y prologizan el período festivo desde la ciudad de Teruel hasta el próximo martes, con el sermón de tortillas, en un día para disfrutar de la familia y con amigos con la naturaleza. Todo esto con postres, como el hilo de Pascua: «Culcca», de acuerdo con el área, un pastel de azúcar, anís y huevos cocinados dentro.
«Lamineros», aragonés repelativo para los dulces, no puede resistir a las tripulaciones, un postre privado asociado con el ayuno y el santo que aprovecha la hoja de oveja para hacer un dulce con huevos, harina, azúcar, leche, aceite de oliva, anís y gas. En Barbastro, la fiesta de Crespillo reúne cientos de curiosos cada año.
Y, aquellos que tienen hambre, pueden completar el menú con linda Pascua, en la que los posttellers transforman altas dosis de imaginación o una Semana Santa deliciosa y típica, ya que, cuando se consume menos carne, queda más pan al final del día, lo que se reutiliza en esta humilde pero desagradable.
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