La primera bola de fuego de 2025 iluminó con más intensidad que la Luna.

La primera bola de fuego de 2025 iluminó con más intensidad que la Luna.

El Complejo Astronómico de La Hita (Toledo) detectó el jueves a las 22.08 horas una impresionante bola de fuego surcando el cielo nocturno. Se trata de la primera gran bola de fuego que cruza el cielo este año, ya que era más brillante que la Luna llena. Además, debido a su gran brillo, podía verse desde toda la Península Ibérica.

El bólido fue visto por numerosos testigos que se hicieron eco del fenómeno en las redes sociales, como informa Astrohita en un comunicado de prensa, y también fue registrado por detectores de la Red de Bólidos y Meteoros del Sudoeste de Europa (Red SWEMN) que opera en el Complejo Astronómico de La Hita (Toledo).

Estos detectores operan dentro del Proyecto Smart, un proyecto de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que coordina el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC), con el objetivo de monitorizar continuamente el cielo para registrar y estudiar el impacto en la atmósfera terrestre de rocas de varios objetos del Sistema Solar.

También lo registraron los detectores que el mismo proyecto de investigación instaló en los observatorios de Calar Alto, Sierra Nevada, La Sagra (Granada), Olocau (Valencia), Faro de Cullera (Valencia) y Marçà (Tarragona).

Esta bola de fuego fue analizada por el investigador responsable del Proyecto Smart, el astrofísico José María Madiedo, del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC). Según los resultados de este análisis, el fenómeno se produjo cuando una roca ingresó a la atmósfera terrestre a una velocidad aproximada de 67.000 kilómetros por hora.

La roca provino de un asteroide. Estas rocas que cruzan la órbita de la Tierra se llaman meteoroides y la fricción repentina de la roca con la atmósfera a esta enorme velocidad hizo que la roca se volviera incandescente, generando así una bola de fuego que comenzó a una altitud de unos 86 kilómetros sobre la ciudad de Lomas (Palencia). Desde allí se desplazó en dirección noroeste y desapareció a una altitud de unos 23 kilómetros sobre la ciudad de Joara (provincia de León).

La gran luminosidad alcanzada por este coche hacía que pudiera verse a más de 600 kilómetros de distancia. A lo largo de su trayectoria mostró varias explosiones que provocaron aumentos repentinos de su brillo y se debieron a diversas rupturas repentinas en la roca. En total, la bola de fuego viajó unos 67 kilómetros en la atmósfera antes de extinguirse.

Otro resultado importante de este análisis preliminar es que la roca no quedó completamente destruida en la atmósfera y una parte habría sobrevivido, cayendo al suelo en forma de meteorito. Ese meteorito habría caído en la provincia de León y las primeras estimaciones revelan que sería muy pequeño, como una pasa que no alcanzaría los 20 gramos.

FUENTE

nuevaprensa.info

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