La disputa entre la UE y China sobre los coches eléctricos se intensificará.

La disputa entre la UE y China sobre los coches eléctricos se intensificará.

Este artículo fue originalmente publicado en inglés.

Bruselas y Pekín han acordado revisar los compromisos de precios que podrían evitar aranceles adicionales a los vehículos eléctricos fabricados en China.

El intento de la Comisión Europea y del Gobierno chino de resolver la disputa actual en torno a los vehículos eléctricos. Los modelos con batería (BEV) no han funcionado, ya que las diferencias siguen profundamente arraigadas. Sin embargo, la esperanza aún no está perdida, como prometieron ambas partes, intensificando las negociaciones. Bruselas dará a los fabricantes de automóviles chinos una nueva oportunidad de fijar precios mínimos para sus productos.

«Ambas partes acordaron intensificar los esfuerzos para encontrar una solución efectiva y aplicable y Cumple con la OMC en el caso de los BEV (…) sin perjuicio de la investigación de la UE y sus plazos», dijo Valdis Dombrovskis, vicepresidente ejecutivo de la Comisión responsable de Comercio, tras una reunión «constructiva» con Wang Wentao, ministro chino de Asuntos Exteriores Comercio el jueves.

Bruselas acusada Pekín subvencionar sus BEV para reducir artificialmente su precio minorista y expulsar a los competidores europeos del lucrativo mercado. Después de una investigación de meses, la Comisión descubrió que el dinero público se distribuía a lo largo de la cadena de suministro, creando un riesgo de pérdidas económicas insostenibles para la industria de la UE.

El ejecutivo propuso entonces una serie de deuda Se aplicarán derechos de importación adicionales a los BEV fabricados en China, incluidos los ensamblados por empresas occidentales en el país. Las tasas propuestas, que oscilan entre el 7,8 por ciento y el 35,3 por ciento dependiendo de la marca y su nivel de cooperación con la investigación, se sumarán a la tasa actual del 10 por ciento.

Esto tiene como objetivo garantizar competencia más justa y reducir la diferencia de precios entre los productores de la UE y chinos. Los estados miembros deben ratificar los aranceles en una votación que se espera tenga lugar antes de noviembre. Si lo hacen, las tarifas serán permanentes durante cinco años.

FUENTE

nuevaprensa.info

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