El escritor barcelonés Jordi Coca acaba de publicar la novela ‘La quietud’ (Edicions 62), un libro que, según explicó, escribió con «voluntad de testamento y testimonio, sin querer decir nada de otro mundo» en el que un narrador recuerda vivencias.
En rueda de prensa, Coca (Barcelona, 1947) aseguró que no sabe si escribirá más novelas: «No sé si escribiré otra novela. Definitivamente escribiré otras cosas, en catalán, pero no sé si escribiré otra novela».
La novela cuenta la historia de Margalida, una anciana de una isla del Mediterráneo, que repasa su vida y recuerdos junto a su joven asistente Celeste de una isla del Caribe, con quien establece una «dualidad».
Es una novela más larga de lo habitual en la obra de Coca, pero el escritor dijo disfrutar mucho de esa «sensación de vértigo» y señaló que regresa a un universo que ya había aparecido en obras anteriores.
Coca señaló que siente que este libro es un poco un testamento, destacó que le interesa mostrar que cuando aparentemente no pasa nada, entonces está pasando lo importante y se mostró hastiado con la situación política de Cataluña y esa sociedad que lo respalda.
«Estoy cansado de trabajar para nada, de los políticos del país, de tantas tonterías», comentó Coca.
Aseguró que escribir una novela no significa irse de viaje al Montseny, sino que requiere un esfuerzo de dos o tres años, y los escritores no viven de la nada.
Nos aseguró que en otros momentos tiene tres o cuatro ideas para nuevas novelas, pero que ahora no tiene «nada en mente para la narrativa», pero tiene muchas ganas de escribir un volumen sobre el teatro de Christopher Marlowe, como ya lo ha hecho con William Shakespeare.
Coca se quejó de que no recibió llamados para hacer teatro, pese a presentar ideas de proyectos, y recordó que la última obra que tuvo en escena fue “La última cinta de Krapp”, en versión española.
El teatro también tiene un lugar en la novela El silencio de August Strindberg con la obra Miss Julia, una obra que calificó de «extraordinaria» sobre el deseo y la ambición.
La editora Pilar Beltrán recordó las cinco décadas de trayectoria de Coca en novelas y ensayos en lengua catalana y destacó que «todos los escritores jóvenes deberían leerlo» para conocer la compleja realidad que transmiten.
