El Salvador, uno de los países más seguros según Gallup.
El Salvador se ubica por primera vez entre los países más seguros del mundo, según el Informe de seguridad global publicado por la consultora Gallup. El 88% de los salvadoreños lo confirma, según el estudio, en un cambio radical para un país que tenía una de las tasas de homicidios más altas del mundo.
Los encuestados reconocen que esto fue posible gracias a las políticas antipandillas del presidente Nayib Bukele, aunque esto «llevó al país peligrosamente cerca de un modelo de estado policial, con el encarcelamiento de alrededor del 2% de la población».
Unos resultados que contrastan con la opinión general de la región, donde sólo el 47% de la población reside en América Latina y el Caribe dicen que se sienten seguros caminando por la calle de noche.
El caso de Ecuador
La encuesta también dedica un apartado especial a Ecuador, señalando que el país latinoamericano ha caído en una profunda crisis de seguridad desde la pandemia de COVID-19.
«El aumento del tráfico de drogas ha provocado una ola de violencia de pandillas y asesinatos que han convertido a Ecuador en uno de los países más peligrosos del mundo», dice el informe publicado esta semana.
En 2023, solo el 27% de los ecuatorianos dijeron sentirse seguros caminando solos de noche, la cifra más baja de América Latina y del mundo. En la provincia más poblada, Guayas, la situación es aún más alarmante: sólo el 11% de los residentes se sienten seguros durante la noche, posicionando a esta región como una de las más inseguras a nivel global fuera de zonas de guerra activa.
En términos generales, la percepción de seguridad en todo el mundo mostró una tendencia positiva. Según la encuesta anual de Gallup, en 2023, el 70 por ciento de los adultos en todo el mundo dijeron que se sentían seguros caminando solos en sus comunidades por la noche.
Esto supone una mejora significativa respecto a los datos de hace una década, aunque esta tendencia positiva se ha estabilizado en los últimos años.
Regiones con mayor y menor percepción de seguridad
Las regiones donde la mayoría de la gente se siente segura incluyen «Asia-Pacífico, Europa occidental, Oriente Medio y África del Norte, América del Norte y la Eurasia postsoviética». Este último, de hecho, es el que ha experimentado el mayor progreso en los últimos 20 años, pasando de solo el 37% de las personas que se sienten seguras en 2006 al 71% en 2023.
Sin embargo, en regiones como África subsahariana y América Latina y el Caribe, la sensación de seguridad es notablemente menor. Sólo el 51% y el 47% de los encuestados dijeron sentirse seguros caminando de noche. En América Latina, esta cifra nunca ha superado el 50%, lo que pone de relieve la persistente crisis de seguridad en la región.
Los efectos de los ataques de octubre contra Israel
Por otro lado, la percepción de seguridad en Israel, que era del 82% en 2022, cayó drásticamente después de los ataques de Hamás en octubre de 2023. Sólo el 68% de los israelíes dijeron que se sentían seguros, una caída significativa desde mayo y una señal del impacto que los acontecimientos violentos pueden tener en la percepción pública de la seguridad.
Confianza en la policía y las comunidades locales: la clave para la seguridad
A pesar de los esfuerzos nacionales para mejorar la seguridad, los datos de Gallup destacan la importancia de un enfoque local para generar confianza y una mayor sensación de seguridad. Dos factores son determinantes en cómo las personas perciben su seguridad: la confianza en la policía local y la satisfacción con su comunidad como lugar para vivir.
Aunque la confianza en instituciones nacionales como el gobierno, el ejército o el poder judicial tiene cierta influencia, es en el nivel local donde la gente encuentra la mayor sensación de seguridad.
«Esto refuerza la idea de que para que las personas no sólo estén seguras, sino que también se sientan seguras, es fundamental fortalecer las relaciones de confianza y colaboración a nivel comunitario», apunta la consultora.
«Cuando las personas se sienten seguras, es más probable que inviertan en sus relaciones, se eduquen y colaboren para construir comunidades más resilientes frente a crisis como desastres naturales, crisis económicas o conflictos políticos», concluye el informe.