QUITO –
El hijo de la vicepresidenta de Ecuador, Verónica Abad, fue procesado este martes en un proceso judicial por presunto tráfico de influencias en la vicepresidencia.
En su relato, explicó que tomó tal decisión «luego de analizar los elementos de sentencia presentados durante la reunión preparatoria del juicio».
Barreiro fue detenido el 22 de marzo de este año, presuntamente responsable de ofrecer un alto cargo público a cambio de que el beneficiario le entregara parte de su salario. Después de pasar un mes y medio en una prisión de máxima seguridad en Guayaquil y pagar una fianza de 20.000 dólares, Barreiro fue puesto en libertad para enfrentar un juicio.
Redrován, también vinculado al caso, era el abogado de Verónica Abad.
El tráfico de influencias está penado por la justicia ecuatoriana con penas de prisión de seis meses a dos años y multas del doble del beneficio reclamado.
El caso surgió, según la Fiscalía, luego de que un exvicepresidente denunciara que Barreiro y otra persona le ofrecieron un puesto por el que debía pagar 1.700 dólares mensuales, de un salario de 3.200 dólares. Como garantía de pago, el demandante firmó un pagaré por $30,600, equivalente a un año del monto supuestamente pactado.
El vicepresidente Abad, que ha negado las acusaciones, ha tenido un conflicto abierto con el presidente Daniel Noboa desde la campaña, por razones que no han sido explicadas claramente. Noboa la llamó «desleal», mientras Abad asegura que el gobierno de Noboa intenta presionarla para que renuncie.
Poco después de asumir el poder en noviembre de 2023, Noboa la delegó como embajadora de Israel, acto que calificó como «un exilio forzado».
Según la Constitución de Ecuador, el vicepresidente debe desempeñar las funciones asignadas por el presidente, pero no hay ningún precedente en la historia reciente del país de que un segundo presidente sea enviado como embajador a un país en guerra.
El papel de Abad ha cobrado especial interés para Noboa desde que se postuló para la reelección presidencial en las elecciones de febrero de 2025, ya que la Constitución establece que mientras él deja temporalmente el cargo para hacer campaña electoral, el vicepresidente debe asumir sus funciones.
En medio del conflicto, el 9 de noviembre, el Ministerio de Trabajo suspendió a Abad del cargo de vicepresidente por 150 días, sin goce de sueldo, por abandono injustificado del trabajo.
La institución afirma que no se presentó a tiempo a su trabajo, luego de que se mudó desde Turquía, tras el cambio de legación diplomática debido a la guerra en Israel, país donde permaneció Abad tras la delegación realizada por Noboa.
Sariha Moya, una funcionaria cercana al presidente, quedó a cargo del vicepresidente.
La sanción contra Abad y el posterior nombramiento de otro funcionario ha generado críticas de sectores políticos y académicos por ser inconstitucionales e ilegales.