El curso se amplía a 1.800 alumnos de primaria de Castilla y León.

Aunque el curso escolar finalizó el 23 de junio para la mayoría de los alumnos, casi 1.800 alumnos de sexto grado en Castilla y León continuaron sus clases en julio para «reforzar» sus conocimientos de lengua, matemáticas e inglés. Una iniciativa que se incluye en el Programa de Mejora del Éxito Educativo en el que participaron un total de 10.988 escolares en diferentes etapas y que supone un «éxito» que transforma a la Comunidad en un «referente nacional». «Nos gustaría que otras comunidades autónomas, incluido el Ministerio, acogieran estos programas porque sería muy bueno para todo el sistema educativo nacional. Desde el Consejo seguimos reforzando la mejora de la calidad y la equidad del sistema educativo», dijo la Asesora de Educación, Rocío Lucas, a Europa Press.
A lo largo de los años, este programa ha experimentado «mejoras significativas». Así, a la medida de apoyo de 4º de ESO se añadió la de 1º de ESO y 3º de Primaria. Además, se incorporó a los centros concertados y se adelantó el inicio a octubre en lugar de enero. En concreto, a lo largo de este curso académico, 10.988 estudiantes se beneficiaron de las distintas medidas, en las que participaron 727 profesores de 281 centros de la Comunidad. Así, la consejera consideró «fundamental» apoyar el proceso de alfabetización en 3º de Primaria, el acompañamiento a los alumnos de 1º de ESO y la titulación en el caso de los alumnos de 4º de ESO. «Por eso ofrecemos cursos extraordinarios en junio a alumnos de 4º de ESO y en julio a alumnos de 6º de Primaria. En el caso de los estudiantes de 6to año de primaria, el objetivo es consolidar aprendizajes en áreas como Lengua y Literatura Española, Matemáticas e Inglés», enfatizó.
Los equipos docentes son los que proponen qué alumnos de sus centros deben participar en las medidas de refuerzo, como es el caso de los de 6º de Primaria, explica una de las profesoras que imparte estas clases, Patricia Celemín, que valora este apoyo, que permitirá «una mejor transición de estos alumnos» a 1º de la ESO. «Y, por supuesto, el desarrollo emocional de los estudiantes siempre es lo primero. Es decir, si hay estudiantes que llegan con falta de autoestima o con problemas sociales, nos enfocamos en eso también, aunque el programa es exclusivamente curricular. refuerzo», añade.
Celemín es uno de los 40 docentes que imparten este tipo de cursos, que además son voluntarios para los docentes. «Empecé hace cinco años cuando empezó. Era el año de la pandemia y el COVID se me hizo un poco excesivo en casa, y en cuanto me ofrecieron volver a clases me inscribí. Soy un poco profesor, me gusta estar activo, me gusta practicar estrategias para usar con tu grupo normal», añade. Celemín, que imparte clases en el Centro de Educación Primaria e Infantil (CEIP) «Nuestra Señora de las Mercedes» de Medina del Campo (Valladolid), admite que la forma de enseñar varía ligeramente para favorecer «el aprendizaje de una forma más lúdica y activa», aunque aclara que es la metodología en la que confía y pone «en práctica en la vida cotidiana». «Es el que suelo utilizar todos los días en el aula, pero es cierto que hay que tener en cuenta que estos alumnos vienen durante el mes de julio de forma voluntaria, lo que supone un esfuerzo, y a partir de ahí se intenta dirigir el aprendizaje a una forma más lúdica y activa», afirma.
Algo que sus alumnos valoran, tal y como confirman tanto Jairo Domínguez como Lola Ordóñez, pese a que el resto de sus compañeros están de vacaciones. «Me ayuda sobre todo con matemáticas, con fracciones, divisiones y la regla de tres, que es lo peor. Y bueno, para inglés me ayuda un poquito con los verbos y todo lo que damos», dice Jairo Domínguez. 12 años, quien asegura que no le resulta difícil venir esas tres horas diarias porque también está con «amigos». «Será muy bueno para mí en el futuro», añadió. Por su parte, Lola Ordóñez, que llegó al programa por recomendación de su tutora, cree que está «progresando mucho» y destaca que las clases son «divertidas» y que eso le ayuda a la hora de mejorar la comprensión del tema, que comparte Jairo Domínguez. «En la escuela normalmente no tenemos tanta libertad como aquí. Podemos pintar en el suelo algunas operaciones y cosas que en una clase normal siempre se hacen en el cuaderno. Y también lo de los puntos está muy bien, porque si te esfuerzas pues un punto. Eso te motiva más, así se disfruta más la clase”, resumen.
Sensaciones ratificadas tanto por Patricia Celemín como por la concejal Rocío Lucas. “Hay un gran porcentaje de estudiantes que cuando hacemos las evaluaciones al final del programa expresan que les resultó útil. Entonces eso es lo que estamos aprovechando, es decir, que los propios alumnos vean que el programa les ayudó. «Sirvió para mejorar y prepararse mejor para su salto a la ESO, porque ese es el objetivo principal. Entonces, para nosotros, nuestro trabajo está hecho», valora el profesor. Lucas, por su parte, profundiza en este aspecto y señala que de estos alumnos, “prácticamente el 78 por ciento ha finalizado VI Primaria y I de ESO, y en IV ESO, el 77 por ciento. él también se graduó».
Un programa que este año viene acompañado de las ayudas solicitadas por el Ministerio de Educación para financiar el coste del transporte escolar para acudir al centro donde se ofrece el programa del que se benefician las familias. Además, otra de las novedades lanzadas por su departamento este año es el Programa de Actividades Extraescolares en Medios Rurales, un año más pionero a nivel nacional. «El objetivo es promover la igualdad de acceso a una educación y formación de calidad, independientemente del entorno en el que viva el estudiante. Empezamos con alumnos de 4º, 5º y 6º de Primaria e incorporaremos alumnos de ESO en el curso 2024-2025. explicó Lucas.
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