Asaja Toledo reclamará a CHT por daños en cultivos tras falta de información

Asaja Toledo anunció que presentará una solicitud administrativa ante la confederación hidrográfica del Tajo como paso previo para poder solicitar responsabilidades por los daños causados en granjas y explotaciones, «como consecuencia de la falta de rejuvenecimiento del río en varios sentidos por parte de la Agencia de la Cuenca».
También pedirán que se declare la zona gravemente afectada y tienen la intención de solicitar ayuda al gobierno regional para las víctimas.
La organización agraria solicitará el plan de evacuación TAGUS para determinar qué medidas deben tomarse. Aunque entienden la necesidad de desembalsar agua para evitar problemas en las marismas, recogen la queja de los afectados por la falta de información y ayuda, lo que ha provocado deterioro en los cultivos, embarcaciones, pérdida de herramientas, maquinaria, motores e infraestructura de riego, según un comunicado de prensa de Asaja.
Los agricultores y ganaderos consideran que estas consecuencias podrían haberse evitado o al menos minimizado si hubieran tenido más información y permisos.
Además, mencionan situaciones en las que tanto humanos como animales han estado en peligro. Se destaca la falta de limpieza y mantenimiento de los canales fluviales, con la acumulación de limo, sedimentos y vegetación, causando obstrucciones y aumentando los riesgos de desbordamiento.
Asaja Toledo también solicitará la declaración de zona afectada y está recopilando datos para cuantificar los daños y elaborar informes técnicos necesarios para adjuntar a la solicitud correspondiente.
En cuanto a los daños en los cultivos de la provincia, aunque aún no se han determinado, se espera que sean significativos. Las áreas más afectadas son los municipios de Escalona y Ribera en la región de Talavera, así como en la región de Sagra, en la zona entre Mecejón, el río Tajo y Arranguez.
Los cultivos más afectados son los cereales de invierno (cebada y trigo), colza y alfalfa. La organización señala que hay poca esperanza de salvar algunos de los cultivos, especialmente aquellos que han estado bajo el agua durante todo el mes y podrían sufrir asfixia.
Dependiendo de la cantidad de días que el agua permanezca en el suelo, el tipo de suelo y las temperaturas, los daños podrían ser mayores o menores. En los suelos con buen drenaje, los daños podrían ser menores, pero la pudrición es un riesgo mayor a temperaturas más altas.
En el caso de la alfalfa, toda la cosecha prácticamente se pierde, lo cual es especialmente grave dado que es un cultivo multianual y los daños pueden ser aún mayores si se encuentra en sus primeros ciclos de producción. Además, muchos agricultores tienen contratos de exportación de alfalfa deshidratada que no podrán cumplir, lo que podría llevar a la pérdida de cuota de mercado.
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