Alergólogos pediátricos advierten sobre aumento del 30% de enfermedades debido a pluma de polen y moho

(Adnkronos): El aumento del polen y el moho con el cambio climático. Una creciente emergencia de salud, el cambio climático ha contribuido a un aumento del 30% de las enfermedades alérgicas y respiratorias en todo el mundo en las últimas 2 décadas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que para 2050, el 50% de la población mundial estará afectada por alergias, especialmente los niños. El aumento de las temperaturas globales, los cambios en los modelos meteorológicos y la intensificación de eventos climáticos extremos son temas centrales en el XXVII Congreso Nacional de SIAIP (Sociedad Italiana de Alergia Pediátrica e Inmunología), que comienza mañana 3 de abril. En este evento, que continuará hasta el sábado 5, la Sociedad Científica presenta su primer manifiesto. «El calentamiento global: explica Michele Miraglia del Giudice, presidente de Siaip, provoca un adelanto en la temporada de polen en muchas regiones del mundo, lo que aumenta la concentración de dióxido de carbono, una sustancia capaz de estimular una mayor producción de polen, como el de abedules y ambrosías, responsables de muchas reacciones alérgicas». Y son los niños quienes pagan el precio más alto. «El aumento del ozono troposférico -añade Gianluigi Marseglia, presidente de Siaip- contribuye a empeorar la rinitis alérgica, el asma y la dermatitis atópica. Un estudio sueco resalta cómo la exposición al polen en los primeros meses de vida o incluso durante la vida intrauterina está asociada con una mayor probabilidad de desarrollar alergias. Se ha observado que los niños de entre 6 y 7 años sufren de asma relacionada con alérgenos en un 81.4% en áreas con polvo fino y en un 100% en 8 regiones (Emilia Romagna, Friuli Venezia Giulia, Liguria, Lombardía, Piamonte, Puglia, Trentino y Veneto), lo que representa una de las principales amenazas para la salud respiratoria de los niños. Los expertos señalan que estos problemas se han cuadruplicado en los últimos 30 años y continuarán aumentando. La propagación de esporas fúngicas se está amplificando. Es crucial realizar intervenciones para mejorar la calidad de los edificios y prevenir estos problemas, reduciendo el impacto de las enfermedades alérgicas. Un estudio publicado en la Revista Internacional de Investigación Ambiental y Salud Pública, realizado por alergólogos pediátricos, reveló que en los centros urbanos con altos niveles de contaminación, la prevalencia del asma en la infancia es un 40% mayor que en las zonas rurales. La combinación de alérgenos y contaminantes hace que las ciudades sean un entorno particularmente hostil para las personas que sufren de alergias. La aparición de nuevos alérgenos (como Aalanthus, Cupresum Arizonic), así como la contaminación de los bosques, empeoran la calidad del aire. En este contexto, SIAIP aboga por un enfoque global sobre los cambios climáticos y destaca la importancia de desarrollar programas de investigación a nivel europeo e internacional para monitorear y estudiar los efectos de los cambios climáticos en las alergias, mejorar la comprensión de estos fenómenos y apoyar el desarrollo de nuevas estrategias de prevención y cuidado. Los ocho puntos del primer manifiesto de SIAIP: una llamada a las instituciones para «actuar de inmediato», ya que «los costos en términos de enfermedades y gastos de salud pronto serán insostenibles». Los especialistas proponen: 1) Planes de control de la contaminación: reducción de emisiones urbanas para mejorar la calidad del aire; reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero; 2) fortalecimiento de las estrategias de salud pública mediante medidas como mejorar la ventilación y controlar la humedad; 3) eliminación de fuentes de contaminación en interiores, como el humo del tabaco y los cigarrillos electrónicos; 4) Diseño urbano sostenible: aumento de áreas verdes para reducir la dispersión de alérgenos, intervenciones dirigidas a mejorar la calidad del aire, reducir la contaminación del aire y mejorar la calidad de los edificios para prevenir el síndrome del edificio enfermo (SBS), a través de una mejor ventilación, el uso de materiales no contaminantes y la reducción de la humedad interna; 5) Monitoreo del polen: establecimiento de sistemas de alerta temprana para informar a la población de manera correcta y oportuna; 6) Educación y concienciación: informar a la población sobre los riesgos y estrategias preventivas. Difusión oportuna de información sobre los niveles de alérgenos en el aire; 7) Investigación e innovación: desarrollo de nuevas terapias y estrategias para mejorar las alergias ambientales; 8) Colaboración internacional: desarrollo de programas de investigación a nivel europeo y global para estudiar los efectos de los cambios climáticos en las alergias. -[email protected] (Información web)
El aumento del polen y el moho con el cambio climático es una emergencia creciente para la salud, ya que ha contribuido a un aumento del 30% en las enfermedades alérgicas y respiratorias en todo el mundo en las últimas dos décadas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que para el año 2050, el 50% de la población mundial se verá afectada por alergias, especialmente los niños. Este aumento de las temperaturas globales, los cambios en los patrones meteorológicos y la intensificación de eventos climáticos extremos son temas centrales en el XXVII Congreso Nacional de la Sociedad Italiana de Alergia Pediátrica e Inmunología (SIAIP), que se llevará a cabo del 3 al 5 de abril.
Durante este evento, la Sociedad Científica lanzará su primer manifiesto, abordando el impacto del calentamiento global en la temporada de polen en diferentes regiones del mundo. Según Michele Miraglia del Giudice, presidente de SIAIP, el aumento de la concentración de dióxido de carbono debido al calentamiento global estimula una mayor producción de polen, lo que puede desencadenar reacciones alérgicas en personas sensibles, especialmente a especies como el abedul y la ambrosía. Los niños son los más afectados por estas condiciones, ya que el aumento del ozono troposférico puede agravar enfermedades como la rinitis alérgica, el asma y la dermatitis atópica.
Un estudio sueco ha demostrado que la exposición al polen en los primeros meses de vida, e incluso antes del nacimiento, aumenta la probabilidad de desarrollar alergias en la vida posterior. La prevalencia del asma infantil relacionada con el polvo fino es del 81.4% en algunas áreas y alcanza el 100% en ocho regiones de Italia (Emilia Romagna, Friuli Venezia Giulia, Liguria, Lombardía, Piamonte, Puglia, Trentino y Veneto), lo que representa una de las principales amenazas para la salud respiratoria de los niños.
Expertos advierten que la combinación de alérgenos y contaminantes en entornos urbanos hace que las ciudades sean especialmente hostiles para las personas que sufren de alergias. La presencia de nuevos alérgenos, como el Ailanthus y el Cupressum Arizonicum, así como la contaminación del aire en los bosques, empeoran la calidad del aire y aumentan los riesgos para la salud. Por lo tanto, es crucial implementar intervenciones para mejorar la calidad de los edificios y prevenir problemas relacionados con enfermedades alérgicas.
SIAIP aboga por un enfoque global hacia los cambios climáticos, enfatizando la importancia de desarrollar programas de investigación a nivel europeo e internacional para monitorear y estudiar los efectos de estos cambios en las alergias. El objetivo es mejorar la comprensión de estos fenómenos y apoyar el desarrollo de nuevas estrategias de prevención y tratamiento. En su primer manifiesto, la Sociedad hace un llamado a las instituciones para tomar medidas inmediatas, ya que los costos en términos de salud serán insostenibles en el futuro si no se toman medidas concretas.
Entre las acciones recomendadas se encuentran planes de control de la contaminación, fortalecimiento de estrategias de salud pública, eliminación de fuentes de contaminación interior, diseño urbano sostenible, monitoreo polínico, educación y concienciación, investigación e innovación, y colaboración internacional. Estas medidas buscan reducir la exposición a alérgenos y contaminantes, mejorar la calidad del aire y prevenir enfermedades alérgicas en la población. El primer manifiesto SIAIP presenta ocho puntos dirigidos a las instituciones para actuar de inmediato ante la creciente problemática de enfermedades y costos de salud insostenibles. Estos puntos incluyen:
1) Implementar planes de control de la contaminación para reducir emisiones urbanas y gases de efecto invernadero.
2) Fortalecer estrategias de salud pública mejorando la ventilación y control de la humedad.
3) Eliminar fuentes de contaminación interior como el humo de cigarrillo y cigarrillos electrónicos.
4) Promover un diseño urbano sostenible con áreas verdes para reducir alérgenos y mejorar la calidad del aire.
5) Establecer sistemas de monitoreo polínico para alertar a la población.
6) Educación y concientización sobre los riesgos y medidas preventivas.
7) Investigación e innovación para mejorar las alergias ambientales.
8) Colaboración internacional en programas de investigación sobre los efectos de los cambios climáticos en las alergias.
FUENTE