Yessica Yana: La inspiración de una aymara boliviana

Yessica Yana es una joven boliviana de origen aymara que encuentra su inspiración en la conexión entre el campo y la tecnología.

Con raíces aymaras, Yessica Yana es una emprendedora boliviana que se destaca por su inspiración en el campo y la tecnología.

Nacida en Bolivia, Yessica Yana es una mujer aymara que ha encontrado en la fusión entre el campo y la tecnología su mayor inspiración.

Yessica Yana: La inspiración de una aymara boliviana

Yessica Yana es una joven boliviana de origen aymara que encuentra su inspiración en la conexión entre el campo y la tecnología.

Con raíces aymaras, Yessica Yana es una emprendedora boliviana que se destaca por su inspiración en el campo y la tecnología. 

Nacida en Bolivia, Yessica Yana es una mujer aymara que ha encontrado en la fusión entre el campo y la tecnología su mayor inspiración.

Desde que tiene uso de razón, Yessica Yana sabía que quería pasar su vida conectada con el campo, pero no con las tareas convencionales asociadas a dichas tareas. Ella soñó en grande. Por eso decidió estudiar Ingeniería Agrícola, una carrera que podría parecer descabellada para una mujer aymara de una pequeña comunidad a orillas del lago Titicaca, a unos 3.800 metros sobre el nivel del mar.

A pesar de los obstáculos, su pensamiento era claro: «Soy del campo, me gusta el campo y me quedaré en el campo». Esto la ayudó a perseverar en su formación académica en la Universidad Pública de El Alto, aunque es consciente de que cada paso fue un sacrificio. Sin embargo, logró convertirse en la primera mujer indígena en operar drones de alta tecnología en Bolivia.

«Todas las profesiones tienen su grado de dificultad. En un momento pensé: «¿Por qué estoy estudiando esto?» Ser mujer en esta carrera fue un desafío, pero tuve buenos profesores que me ayudaron», dijo Yana. Voz de America en paz.

La aymara Yessica Yana aprendió a operar un dron fumigador de alta tecnología, lo que la convirtió en una pionera entre los miembros de su pequeña comunidad indígena en las montañas de Bolivia.

Entre el campo y los drones

Su gran oportunidad llegó con la organización suiza Swisscontact, la Fundación Proimpa y la empresa Biotop SRL, grupos que trabajan en proyectos de desarrollo. El objetivo de Yana, de 31 años, era mejorar el rendimiento agrícola en su Bolivia natal, para lo cual se sumergió en la iniciativa Mercados Inclusivos, gracias a la cual se convirtió en pionera dentro de su comunidad en el uso de drones de alta tecnología aplicados a la agronomía.

Con este equipo consiguió reducir, por ejemplo, el tiempo de fumigación en campos de cultivo de un día a sólo 20 minutos y ahorrar hasta un 80% de agua. Esta tecnología es efectiva, pero no tan fácil de implementar, advirtió.

«Al principio, cuando vi el dron, pensé: ‘¡Guau! ¿Qué es esto?’ Era enorme (…) Todos pueden manejar drones, pero este para fumigar es un poco más complicado, hay que cumplir diferentes condiciones: altura sobre el nivel del mar, velocidad del viento, obstáculos que están en diferentes lugares. logré aspersor (fumar) una hectárea en 20 minutos, cuando los jornaleros lo hacían en un día.»

El uso de este tipo de tecnología, según Swisscontact, forma parte de la llamada agricultura de precisión que “reduce costos, mejora la rentabilidad de los cultivos y reduce el impacto ambiental mediante la aplicación de agroinsumos específicos y ajustados a las necesidades reales del cultivo. «.

El proyecto del dron ha dado dividendos en la producción agrícola en las comunidades indígenas y ha mejorado las perspectivas de esta joven profesional que no ve su vida fuera del campo. [Foto cortesía Swisscontact]

El proyecto del dron ha dado dividendos en la producción agrícola en las comunidades indígenas y ha mejorado las perspectivas de esta joven profesional que no ve su vida fuera del campo. [Foto cortesía Swisscontact]

Un aspecto adicional de este proyecto es que se desarrolló con un enfoque de género, ya que se demostró que no solo se logró reducir el tiempo y la cantidad de agua, sino que las mujeres podían ser participantes activas y con menor carga de trabajo.

«Líder de la ruralidad»

Hace unos meses, el esfuerzo y dedicación de Yana fue reconocido por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), que la nombró una de las “Líderes Rurales de las Américas”.

En una entrevista con VOAMario León, director de Cooperación Técnica, Desarrollo Territorial y Agricultura Familiar del IICA, destacó la labor del ingeniero aymara. «Siendo ella misma una profesional del sector agrícola, agrónoma, ha trabajado y promovido a su comunidad, animando a los jóvenes a inspirarse en ella y en la carrera que ha seguido».

Yessica Yana entrega certificado de reconocimiento como “Líder de la América Rural”.

Yessica Yana entrega certificado de reconocimiento como “Líder de la América Rural”.

“Para mí recibir este reconocimiento significa un compromiso de seguir adelante, cuidando siempre la agricultura familiar. Además, ahora estamos tratando de ver la inclusión en temas de género y trabajar con los jóvenes para que sean los nuevos líderes”, agrega Yana, quien logró manejar un dron mucho más avanzado de lo que imaginaba durante un proyecto en Costa Rica. «No tengo palabras para explicar esta emoción», confesó.

El IICA, organismo especializado en desarrollo agrícola y rural, reconoce como “Líderes de la Ruralidad” a “hombres y mujeres que dejan huella y marcan la diferencia en el medio rural del continente americano, clave para la seguridad alimentaria, nutricional y la sostenibilidad ecológica del planeta . «.

“Destacamos a Yessica por ser garante de la seguridad alimentaria y nutricional y por su capacidad de promover ejemplos positivos para las zonas rurales de la región”, agrega León.

Grandes desafíos

Después de dominar la técnica, Yana realiza capacitaciones por toda Bolivia en un proyecto llamado «parejas generacionales». “Queremos que un joven se convierta en asesor de sus compañeros adultos, por ejemplo de su madre o de su abuela; y enseñarle a utilizar la tecnología, desde la más simple hasta la más compleja, para reducir esa brecha digital que, sobre todo en las zonas rurales, es tan grande», explicó.

Está convencida de que las mujeres tienen el potencial de mejorar la vida de sus comunidades y ser verdaderas líderes. Aunque todavía tiene mucho que aportar en Bolivia, también está haciendo las maletas para retos profesionales en el exterior. Dentro de unos meses viajará a Kenia para vivir una experiencia de la que espera aprender mucho.

Mientras tanto, sigue soñando. Yana quiere obtener una maestría y hablar inglés con fluidez. La pandemia de COVID-19 ha afectado a millones de personas en todo el mundo. Muchos países han implementado medidas de cuarentena para detener la propagación del virus y proteger a sus ciudadanos. Sin embargo, esto ha tenido un impacto significativo en la economía global, con empresas cerrando y millones de personas perdiendo sus empleos.

Esta crisis ha puesto de manifiesto la importancia de la solidaridad y la cooperación internacional. Los gobiernos y organizaciones de todo el mundo han trabajado juntos para encontrar soluciones y apoyar a aquellos que más lo necesitan. La pandemia ha demostrado que solo a través de la colaboración y el apoyo mutuo podemos superar desafíos tan grandes como este.

A medida que la situación continúa desarrollándose, es crucial que sigamos siguiendo las pautas de salud pública y tomando precauciones para protegernos a nosotros mismos y a los demás. Aunque es difícil predecir cuándo terminará esta crisis, es importante mantener la esperanza y recordar que juntos podemos superar cualquier adversidad. La solidaridad y el amor al prójimo nos guiarán a través de estos tiempos difíciles.

FUENTE

nuevaprensa.info

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