El lunes un fiscal detuvo a la vicepresidenta ecuatoriana Verónica Abad en un caso de corrupción en el cual su hijo estuvo originalmente involucrado y decidió elevar el proceso a una autoridad superior.
El fiscal Carlos Alarcón dijo que «se determinó la presunta participación de Verónica Abad en este caso» tras diligencias como ampliar la versión del demandante y obtener documentación e información telefónica que no reveló.
En un video publicado por el Ministerio Público, Alarcón señaló que al estar la segunda presidenta sujeta a la competencia de la Audiencia Nacional, decidió trasladar el caso a ese tribunal para que continúe el justo juicio.
El caso surgió, según la Fiscalía, luego de que un exfuncionario vicepresidente denunciara que Francisco Barreiro, hijo de Abad, y otra persona le ofrecieron un cargo de alto nivel por el que debía pagar 1.700 dólares de un salario mensual de 3.200 dólares. Como garantía de pago, el demandante firmó un pagaré por $30,600.
La vicepresidenta se encuentra en Israel desde diciembre cumpliendo funciones de embajador al nombrar al presidente Daniel Noboa, con quien mantiene un tenso distanciamiento que comenzó en el momento de la campaña y se agravó tras su llegada al poder el 23 de noviembre del año pasado. No se explicaron los motivos de la ruptura.
Hace una semana, la vicepresidenta respondió electrónicamente a una llamada de la Fiscalía sobre el caso de presunta corrupción por el que se procesa a su hijo, pero no respondió preguntas, entre otros motivos, porque no le explicaron si había sido citado como testigo o sospechoso.
Por este caso, el hijo de la vicepresidenta estuvo detenido desde el 21 de marzo durante casi 45 días en una prisión de máxima seguridad, de donde salió libre tras pagar una fianza de 20.000 dólares.
