Cada año, el 10 de enero, el Santuario de Nishinomiya en la prefectura japonesa de Hyogo, organiza un ritual tradicional con motivo del Año Nuevo para atraer prosperidad y buena suerte en los negocios.
El viernes, los corredores, elegidos por sorteo, se reunieron en la puerta principal del complejo y comenzaron a correr al son de los tambores. Los tres primeros que alcanzaron la distancia de 230 metros ganaron el título de «hombres con suerte».
El ganador general de este año fue Ogishi Fumiya, un estudiante de secundaria de 17 años de la ciudad de Takarazuka, prefectura de Hyogo. Era la primera vez que participaba en la carrera.
Expresó su sorpresa por haberse convertido en el «hombre más afortunado» y dijo que esperaba tener un buen año y que le gustaría compartir su buena suerte con los afectados por el gran terremoto de la península de Noto en enero de 2024.