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Por primera vez, Ucrania utilizó misiles balísticos de fabricación estadounidense para atacar dentro de Rusia el martes, días después de que el presidente Joe Biden cambiara de posición y diera el visto bueno.
En el día número 1.000 de la guerra, Ucrania atacó un depósito de municiones en la región de Bryansk, en el suroeste de Rusia, utilizando seis misiles balísticos conocidos como ATACMS, sin causar daños importantes. Según Sabrina Singh, portavoz adjunta del Pentágono:
«Simplemente no tengo nada que anunciar hoy ni nada que confirmar en este momento».
Para Kiev, el ataque fue una demostración de fuerza en su intento de mostrar a sus aliados que proporcionar armas más poderosas y sofisticadas dará sus frutos, degradando a las fuerzas rusas y fortaleciendo las perspectivas de Ucrania en la guerra. Moscú reaccionó a través de Sergei Lavrov, ministro de Asuntos Exteriores de Rusia:
«Es una señal de que quieren intensificar el conflicto y es imposible utilizar estos misiles de alta tecnología sin los estadounidenses», dijo Putin muchas veces.
Se produce cuando el presidente Vladimir Putin redujo el martes el umbral de Rusia para el uso de armas nucleares, una medida planeada desde hace mucho tiempo para usarlas incluso frente a ataques convencionales por parte de una nación con respaldo nuclear.
Moscú ha dicho que no busca una guerra nuclear, mientras que expertos como Patricia Lewis del grupo de expertos londinense Chatman House:
«Los países de la OTAN y Ucrania han estado preocupados por este tema durante mucho tiempo, sin saber adónde podría llegar el presidente Putin con el uso de armas nucleares. Entonces, en ese sentido, tal vez esto no cambie mucho el cálculo».
El momento del anuncio parecía diseñado para demostrar que el Kremlin podía responder agresivamente a los ataques ucranianos en territorio ruso.
Un funcionario de la Casa Blanca dijo a la VOA que este cambio era esperado, no muestra nada nuevo y, por lo tanto, no hará que Estados Unidos cambie su postura o doctrina nuclear.