Teruel distribuye pulseras para detectar adulteración de bebidas a jóvenes.
La plaza del Torico de Teruel se transformó este sábado en el punto de distribución de 1.000 pulseras de detección de sustancias químicas en una acción conjunta detallada por la gerente del Instituto Aragonés de la Juventud, Cristina Navarro, y la directora general de Familia, Infancia y Nacimiento, Eva Fortea, acompañadas por Estíbaliz Tolosa, directora general de Atención y Humanización del Departamento de Salud.
La práctica de adulterar una bebida con sustancias psicoactivas sin el consentimiento de quien está a punto de consumirla se llama spike y, además de ser un riesgo para la salud, es una forma de agresión dirigida a controlar y manipular a la potencial víctima.
En el stand de distribución, Cristina Navarro mencionó el doble objetivo de esta acción, que es «poner a disposición de los jóvenes de forma gratuita estas pulseras para normalizar su consumo, no solo para detectar la posible presencia de drogas en las bebidas; y como elemento disuasivo.» «Queremos contribuir a la creación de entornos recreativos más seguros para los jóvenes», explicó.
«El perfil de las víctimas de la exposición química es muy variado y hoy la frontera entre infancia, adolescencia y juventud es muy confusa», añadió la responsable de la DG Familia, Infancia y Natalidad, Eva Fortea. «Por eso hemos querido colaborar con AIJ en prevenir estos casos y educar a adolescentes, jóvenes y también a las familias sobre estas prácticas sin alarmismos pero con responsabilidad.»
Navarro y Fortea anunciaron que está previsto un reparto de 1.000 pulseras más el próximo 26 de diciembre, también en la ciudad de Huesca, en El Coso.
Las miles de pulseras que el Gobierno de Aragón ha puesto a disposición de la juventud turolense a lo largo de este sábado cuentan con una protección especial para las pruebas que evitan la contaminación de las muestras, lo que permite que la pulsera se utilice como elemento disuasorio en varias ocasiones y se mantenga en óptimas condiciones si se requiere su uso por un período de hasta 12 meses.
Estos dispositivos pueden detectar sustancias utilizadas para inducir la sumisión química, con mayor frecuencia depresores del sistema nervioso central que provocan pérdida del conocimiento y desorientación, como aminas, GHB y otros sedantes. Los efectos de estos elementos varían según la cantidad y el tipo de sustancia e incluyen mareos, náuseas, confusión, visión borrosa, dificultad para respirar y pérdida de memoria.
Ambientes festivos, eventos multitudinarios y ocio son los escenarios donde se pueden producir casos de este tipo. Como recuerda el Gobierno de Aragón, ante cualquier situación de riesgo, es importante buscar la compañía de confianza, preferiblemente en un lugar público y seguro, y luego avisar a un amigo o familiar para que acuda con él a un centro de salud.
Las instrucciones para probar una bebida recomiendan tener las manos limpias y secas para evitar la contaminación del área de prueba. A continuación, coloca una gota de bebida en la zona designada de la pulsera y espera de 3 a 5 segundos hasta que aparezcan los resultados.
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