Sanidad protege la salud mental de las personas afectadas por DANA con todos sus recursos juntos

Sanidad protege la salud mental de las personas afectadas por DANA con todos sus recursos juntos

Por lo tanto, queremos transmitir nuestro compromiso de acompañar y apoyar la recuperación de las personas afectadas facilitándoles información y asesoramiento en salud mental en estos momentos difíciles. Queremos extender este apoyo a las personas que han estado ayudando a la población afectada desde el principio y que también sufren un fuerte estrés emocional en su labor.

Los problemas de salud mental en situaciones de desastre son diversos y pueden variar desde síntomas de ansiedad y depresión hasta el desarrollo de trastornos relacionados con el trauma. Además, las condiciones de crisis tienden a aumentar la vulnerabilidad de ciertos grupos y a exacerbar problemas sociales preexistentes como la pobreza, la discriminación y la exclusión social.

Para aquellos que ya viven con trastornos mentales previos, la situación puede ser desestabilizadora, lo que aumenta la necesidad de atención especializada en un entorno con recursos limitados.

Las recomendaciones generales de salud mental para la población directamente afectada por DANA son:

  1. Busque apoyo de sus seres queridos: el contacto con familiares y vecinos ayuda a evitar el aislamiento. Expresa y comparte tus sentimientos y permite que otros también lo hagan. Es normal sentir confusión y emociones extremas en momentos como estos. Participar en actividades de ayuda local también puede ser beneficioso a corto y largo plazo.
  2. Evite la exposición a información errónea y desinformación: obtenga información de fuentes confiables y evite rumores o confusiones. La información clara ayuda a reducir la incertidumbre.
  3. Cuide a los niños, a las personas mayores y proporciónales actividades seguras: hábleles tranquilamente sobre lo que está sucediendo y mantenga rutinas y actividades que los hagan sentir bien. Intente crear entornos emocionalmente seguros donde puedan expresar y validar sus emociones.
  4. Mantenga en la medida de lo posible las rutinas diarias básicas: establecer horarios para comer, descansar o realizar otras actividades proporciona cierta estabilidad en momentos difíciles. Si está tomando medicación crónica, recuerde continuar con ella, especialmente psicotrópicos. Si no encuentra medicamentos, acuda a los servicios de salud más cercanos.
  5. Ayude a quien sufre especialmente: si encuentra a alguien en una mala situación psicológica (mucho sufrimiento, pensamientos suicidas, habla solo…), acérquese y hable con él, escúchelo con respeto y pídale ayuda o llévelo a profesionales especializados o servicios de emergencia si es posible para brindarle el apoyo que necesita en ese momento.
  6. Los problemas de sueño, la ansiedad, el llanto, los pensamientos intrusivos o la angustia emocional, entre otros, son normales en las primeras semanas después del suceso y mientras la inseguridad persista. Únete a nosotros y compártelos con las personas cercanas a ti. Si son difíciles de manejar, no dudes en pedir ayuda a los equipos sanitarios. Si continúan durante semanas sin reducir su intensidad, busca ayuda de los servicios sanitarios.

En el caso del personal de intervención que ayuda directamente a la población afectada por la DANA y en las primeras fases de la catástrofe como la que estamos viviendo en estos días, lo más importante, además de cubrir las necesidades básicas, es un enfoque de apoyo psicosocial:

  • Ayudar a restaurar la sensación de seguridad.
  • Promover la calma.
  • Promover la autoeficacia y la eficacia colectiva.
  • Promover conexiones y enlaces.
  • Promover la esperanza.
  • Cuídate para cuidar.

En coordinación con la Oficina Autónoma de Salud Mental y Adicciones de la Comunidad Valenciana, el Comisionado de Salud Mental ha verificado la respuesta que ya se está brindando, con el desplazamiento de profesionales de la salud mental a las zonas más afectadas, la continuidad de la actividad en los equipos de atención a pacientes con problemas graves de salud mental en zonas accesibles y la garantía de asistencia psicológica especializada a familiares y amigos de los fallecidos.

El objetivo de estas recomendaciones no es solo ofrecer una respuesta inicial a los riesgos emergentes, sino también crear una red de apoyo que permita la recuperación sostenible y proteja el bienestar psicosocial de las comunidades afectadas a largo plazo.

Los principios fundamentales que deben regir los planes de emergencia y desarrollo son:

  1. Derechos humanos y equidad.
  2. Apostar.
  3. Sobre todo, no hacer daño.
  4. Aprovechar los recursos y capacidades disponibles.
  5. Sistemas de soporte integrados.
  6. Soportes escalonados o multinivel:
  • Servicios básicos y seguridad.
  • Apoyo comunitario y familiar.
  • Apoyos comunitarios especializados.
  • Servicios especializados.

FUENTE

nuevaprensa.info

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