Restos mal curados del régimen de Franco en España.
El director de cine Pau Teixidor asegura que España llega «tarde» para abordar su memoria histórica y cree que en el país todavía quedan «restos» del franquismo y de una transición que «no fue todo lo buena que podría haber sido». «Quizás la transición que nos vendieron no sea tan modélica y ejemplar como querían vendernos. Todavía quedan restos del franquismo mal curados», afirma en una entrevista concedida a Europa Press, con motivo de la próxima presentación de su nueva película «Birth», en la que aborda el robo de bebés en los años 1980.
Teixidor insiste en que España debe «enfrentarse» a su memoria histórica, que considera una tarea «pendiente» para la sociedad. «Es hora de empezar a abrirlo todo y poner nombre a las cosas. Necesitamos decir las cosas sin miedo y sin prejuicios sobre lo que pasó aquí. Somos lo suficientemente grandes para poder hablar de qué cosas», subraya.
En este sentido, señala que hay una generación de ciudadanos que sienten que no se les ha contado «lo suficientemente bien» la historia de España. «Creo que hay toda una generación de ciudadanos que sienten que no nos han contado todo el alcance de lo que pasó. Y ahora que somos mayores, a través de películas, libros o investigaciones, hemos decidido hacerlo nosotros mismos para que no suceda para las próximas generaciones», afirma.
«Una sociedad no puede ser completamente libre y democrática si no sabe de dónde viene y no sabe bien cuáles son sus orígenes ni lo que ha pasado», añade.
En «Birth», Teixidor cuenta la historia de una joven, interpretada por Sofía Millán, que queda embarazada siendo menor de edad, y su madre, interpretada por María Vázquez, decide institucionalizarla con unas monjas en un centro para adolescentes embarazadas.
El cineasta recuerda que la idea surgió en 2014, cuando descubrió los casos de bebés robados en España y la magnitud del problema. «Era la época de los primeros juicios o denuncias que se empezaban a presentar. Comencé a preguntarme ‘¿cómo es posible que no haya sabido nada sobre este problema todo el tiempo?’. Entonces me di cuenta de que podía haber una película interesante», explica.
A pesar de posibles recelos ideológicos, Teixidor sostiene que existía una «exigencia» para contar esta historia. «Hubo mucha gente en torno a esta historia que presionó para que saliera a la luz», señala y menciona el apoyo del Ministerio de Cultura.
Respecto al proceso documental, el cineasta admite que fue «delicado y complicado» encontrar las historias de las madres reales, lo que fue «muy difícil» porque le dio la sensación de que estas mujeres todavía sentían que sus vidas habían sido «destruidas». «Lamentablemente nadie va a devolver esos bebés, legalmente es prácticamente imposible hacer nada. Simplemente hay sentimientos sobre lo que vivieron, y ese fue el material más valioso que pensé que era más importante a la hora de construir un guión a partir de ello», añade el director.
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