La Policía Nacional ha desmantelado en Melilla una red que falsificaba contratos de alquiler para obtener Tarjetas de Residencia españolas y ayudas sociales, lo que se ha saldado hasta el momento con la detención de cuatro personas por falsificación de documentos.
Según informó este miércoles un portavoz de la Jefatura de Policía de Melilla, su Unidad Contra las Redes de Inmigración Ilegal y Falsificación de Documentos (UCRIF) tuvo conocimiento de la presentación ante la Oficina de Registro y Gestión de la Población de Melilla de dos contratos de alquiler de dos viviendas.
Ambos estaban ubicados en la misma planta del mismo edificio, y uno de estos contratos fue presentado ante la Oficina de Extranjería en una solicitud de autorización de residencia temporal por circunstancias iniciales excepcionales en septiembre de 2024.
Durante la investigación se pudo comprobar que en una de las viviendas vivía desde hacía años una familia, totalmente ajena al demandante. En la otra vivienda, el titular del contrato ficticio era un marroquí con permiso de residencia de larga duración.
El portavoz policial señaló que los implicados pretendían acreditar ante la Oficina de Gestión y Registro de Población de Melilla que viven en una vivienda que cumple unos requisitos de superficie y de vivienda. Esto les permitiría acceder a subsidios, prestaciones o servicios sociales o justificar requisitos impuestos por la ley de inmigración.
Además, ha señalado que de la investigación se desprende que quien presentó la solicitud ante la Oficina de Extranjería de Melilla era un consejero que actuaba como representante de un ciudadano extranjero que solicitaba arraigo familiar. Esta persona era pareja de un nacional español en cuyo nombre se había celebrado uno de los contratos de alquiler.
Según la fuente antes citada, ambas viviendas mencionadas son propiedad de la pareja sentimental de este asesor, que tiene un historial de ocho detenciones por falsificación de documentos y otros delitos relacionados con la tramitación de documentos para ciudadanos de nacionalidad marroquí, la cuyo motivo es el fin de obtener beneficios.
Tras la investigación, agentes de la Ucrif detuvieron a cuatro personas: dos hombres y dos mujeres. Dos de ellos han sido detenidos por presuntamente haber cometido un delito de falsificación de documentos, mientras que los otros dos se enfrentan también a un delito contra los derechos de los extranjeros.