El miércoles por la tarde, más de 200 personas se concentraron frente a la sede de Junts en Barcelona, convocadas por el Sindicato de Llogateres, en protesta por el voto en contra del independentismo para tramitar la regulación de los alquileres de temporada en el Congreso el martes.
Los manifestantes corearon consignas como «Alerta Convergència, se nos acaba la paciencia», «Sin euro, bajemos los alquileres» o «Miriam Nogueras desaloja a los inquilinos», dirigida al portavoz del Congreso de Junts.
Inicialmente, se concentraron en un extremo del pasaje de Bofill, donde se encuentra la sede de Junts, y marcharon por calles adyacentes hasta el otro lado del pasaje, donde la policía había acordonado la zona con un dispositivo de los Mossos d’Esquadra.
Durante la protesta, algunos manifestantes arrojaron huevos e intentaron, sin éxito, quitar las vallas que la policía había colocado para evitar más incidentes.
Enfrente de los manifestantes, el portavoz del Sindicato de Llogateres, Enric Aragonès, criticó a Junts por votar con el PP y Vox y colocarse «del lado de la patronal inmobiliaria».
Aragonès afirmó que el movimiento de inquilinos «tiene memoria» y recordó que Junts también rechazó en el Parlament la regulación de alquileres impulsada anteriormente por el Gobierno de ERC.
Defendió que la vivienda es para habitar, no para hacer negocios, y acusó a Junts de impedir que el Congreso debata una propuesta elaborada por el Sindicato de Llogateres.
Además, señaló que el movimiento de los inquilinos cuenta con más de 4.000 afiliados que, según él, «con su fuerza volverán a derrotar a Junts, al PP y a Vox, y a toda la patronal de la vivienda».