Protección y alerta ante el cambio climático en el patrimonio español
El patrimonio histórico-artístico español está siendo degradado por el cambio climático. El proyecto RESCATE se ha implementado para establecer medidas de salvaguardia y un sistema de alerta para los efectos del cambio climático en el patrimonio histórico-artístico español. El patrimonio español, que incluye sitios de Patrimonio Mundial de la UNESCO, corre el riesgo de sufrir impactos de eventos extremos relacionados con el cambio climático. El proyecto RESCATE del Instituto Geológico y Minero de España (IGME-CSIC) está analizando la vulnerabilidad de edificios centenarios y creando modelos de su evolución futura considerando diferentes escenarios climáticos.
A pesar de su apariencia resistente, las rocas pueden ser muy sensibles a ciertos procesos ambientales. En este proyecto se evalúan los parámetros climáticos que afectan su durabilidad, prestando especial atención a la dirección de los agentes erosivos como el viento o la lluvia. Los fenómenos hidrometeorológicos extremos están aumentando debido al cambio climático, lo que representa una amenaza para el patrimonio. El proyecto SALVAR, en colaboración con la Universidad Autónoma de Madrid, está investigando estos impactos.
El cambio climático global está exponiendo al patrimonio artístico español a mayores riesgos de deterioro, que variarán según la ubicación geográfica. El hielo, por ejemplo, puede causar daños significativos en las rocas al cristalizar en grietas y fisuras. Las altas temperaturas y las lluvias torrenciales también representan amenazas. El proyecto está analizando cómo estos cambios climáticos afectarán a ciudades con un valioso patrimonio monumental.
La parte climatológica del proyecto, aportada por la Universidad de Valladolid, analiza series climáticas de estaciones meteorológicas en todo el país. Medir el impacto sobre el patrimonio artístico es complejo, ya que el daño y la erosión suelen ser mínimos y deben verificarse «in situ». Se han instalado estaciones de exposición directa para monitorear cómo la exposición afecta a las rocas a lo largo del tiempo.
«Se superponen dos procesos: la meteorización debilita las rocas y la erosión genera pérdida de volumen. Muchos monumentos construidos con piedra caliza porosa en España son vulnerables a los cambios ambientales. En el sur y sureste, las altas temperaturas pueden alcanzar hasta 60 °C, pero otros factores como el viento son más perjudiciales», afirma Martínez.
Un ejemplo de daños relacionados con el clima es la Torre de Cerrillos en Almería, donde se han observado las amenazas climáticas que han causado deterioro. Conociendo las direcciones de los procesos agresivos, se pueden diseñar sistemas de protección preventiva para los elementos patrimoniales más valiosos. En el caso de la torre mencionada, plantar palmeras en ciertas posiciones podría actuar como una barrera natural contra los elementos climáticos.