Problemas de movilidad en edificios de Río de Janeiro
Más de la mitad de los riojanos (59 por ciento) tendrían dificultades para desplazarse por las zonas comunes del edificio donde viven en silla de ruedas, mientras que un 63 por ciento tendría problemas para desplazarse por el interior de su vivienda. Así se recoge en el informe «La Voz de la Accesibilidad», elaborado por la Fundación Mutuas de Propietarios con el objetivo de mostrar el día a día de los más de 2,4 millones de españoles con movilidad reducida, de los cuales 270.000 (11 por ciento) tienen más de 65 años.
Barreras arquitectónicas que, para el 64 por ciento de los riojenses, serían difíciles de solucionar por la complejidad de conseguir que todos los vecinos se pongan de acuerdo, sobre todo si la inversión en obras de rehabilitación supera los 2.000 euros por vecino.
“La movilidad reducida es uno de los principales problemas de las personas mayores y por ello es fundamental que las comunidades de propietarios sean conscientes de la necesidad de hacer accesibles los edificios para facilitar la vida de las personas mayores, contribuyendo a la creación de un entorno más inclusivo”, destaca Cristina. Pallàs, directora de la Fundación Mutuas de Propietarios.
Para este colectivo, las dificultades de la libre circulación no aparecen sólo en los espacios comunes de su edificio de apartamentos o de su vivienda. Acceder a edificios públicos, cruzar pasos de peatones, desplazarse en transporte público o incluso caminar por las aceras son acciones que también suponen una gran dificultad. Por este motivo, la accesibilidad de los municipios españoles es valorada como un fracaso (4,7) entre aquellos con problemas de movilidad.
Según el informe «La Voz de la Accesibilidad», para los vecinos de Rioja el acceso a los edificios públicos es el mejor valorado en términos de accesibilidad (6,24), ya que muchos cuentan con rampas o ascensores, seguido de pasos para peatones (6,05) y transporte público adaptado, valorado con 5,62. Finalmente las aceras (5.21) se mantienen por falta de ancho y mal estado.
Sin embargo, cabe señalar que nueve de cada diez residentes de Río de Janeiro no consideran cambiar su lugar de residencia por estos motivos, pues consideran que el resto de las localidades se encuentran en la misma situación en términos de accesibilidad. “Aunque la sociedad es consciente de la existencia de barreras arquitectónicas, no es plenamente consciente de lo difícil que pueden ser estos obstáculos para desenvolverse en el día a día de las personas con dificultades de movilidad, por lo que las acciones de sensibilización son fundamentales para alcanzar la plena igualdad de derechos», afirma Cristina Pallàs.
El informe de la Fundación Mutua de Propietarios también explora cómo los riojanos perciben la vida cotidiana de las personas con movilidad reducida. En este sentido, practicar deporte (87%), viajar (78%), transporte público (74%), ir de compras (90%) o realizar las tareas diarias (94%). Estas son las acciones que consideramos más difíciles de realizar en silla de ruedas.
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