¡Precaución con la intoxicación al realizar esta acción!
Desde pequeños nos han dicho que no debemos tragar ni masticar las semillas de las frutas que comemos. Ante esta prohibición, es probable que cada uno de nosotros haya tenido la curiosidad de saber qué pasaría si comiéramos una semilla de albaricoque, melocotón o cereza. ¿Empezaría a crecer un árbol desde nuestro estómago? La realidad es muy diferente y no necesariamente agradable.
Como dice el dicho popular, «¡Para el cerdo, todo está bien!» Nos gustaría decir lo mismo de la fruta, pero no todas sus partes se consumen, o al menos no se aprovechan de la misma manera. Aunque es posible usar un hueso de cereza para cultivar tu propia cereza, comerlo no tiene beneficios. ¿Qué pasaría si comieras docenas de cerezas, incluyendo la pulpa y los huesos? Sería un desastre seguro.
Un ejemplo de esto fue el caso del británico de 28 años, Matthew Crème, quien fue llevado de urgencia al hospital después de comer todas las cerezas de una caja, incluidos sus huesos. No solo los tragó, sino que también los masticó, según informó el sitio web en inglés «The Independent»: «Por curiosidad, mordió la piedra para comer la semilla blanda que había dentro. Después de pensar que sabía bien, se comió dos más.» Fue una mala decisión.
Al actuar de esta manera, Matei puso en peligro su vida. A los 10 minutos de la ingestión, comenzó a experimentar fiebre, dolor de cabeza y una fatiga extrema. Su pareja, preocupada, pidió ayuda y se hizo cargo de la situación. Los exámenes médicos posteriores revelaron envenenamiento por cianuro.
Todos los huesos de cereza, al igual que los de otras frutas como ciruelas o albaricoques, contienen amigdalina. Esta sustancia, presente en la semilla de las almendras, se convierte en ácido cianhídrico en el estómago, volviéndose extremadamente tóxica para quien la consume. Los síntomas varían desde mareos hasta convulsiones y paros cardíacos, dependiendo de la cantidad consumida.
Aunque está contraindicado tragar un hueso de cereza, no debes preocuparte si lo haces accidentalmente. Para evitar poner tu vida en peligro, la dosis que no debe excederse es de 1 a 1,5 mg por kilogramo de peso corporal. Una persona que pese 70 kg no debe consumir más de 105 mg de amigdalina. Dado que una semilla de cereza contiene 3,9 mg de amigdalina por gramo y esta sustancia no se convierte completamente en cianuro en el estómago, se necesitaría consumir una cantidad considerable de cerezas con sus huesos para estar en peligro de muerte.
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