Posibles nuevas regulaciones de la UE para el vino sin alcohol

Un grupo de expertos a nivel de la UE creado en mayo por la Comisión Europea para examinar los problemas del sector vitivinícola presentó esta semana una serie de propuestas que abogan por una mayor aceptación de opciones con bajo contenido de alcohol o sin alcohol.

El Grupo de Alto Nivel sobre Política Vitivinícola de la UE fue encargado de examinar los desafíos, incluida la caída del consumo interno y condiciones inestables del comercio internacional que afectan a los principales mercados de exportación. Las recomendaciones del grupo buscan abordar los cambios en las preferencias de los consumidores y garantizar que el sector vitivinícola europeo se adapte a nuevas oportunidades de mercado.

El segmento de los vinos sin alcohol, un mercado cada vez más importante

Entre sus recomendaciones finales está la necesidad de adoptar medidas para incentivar a los productores a aprovechar nuevas oportunidades, particularmente en el segmento de vinos sin alcohol que se ha convertido en un mercado cada vez más importante.

El grupo insta a la Comisión a revisar el marco jurídico de la UE para facilitar la comercialización de productos vitivinícolas más acordes a las nuevas necesidades de los consumidores. Esto incluye «vinos más asequibles» y «Vinos total o parcialmente desalcoholizados», así como vinos sin alcohol o desalcoholizados y de baja graduación alcohólica.

La desalcoholización, proceso mediante el cual se elimina el alcohol del vino, ha evolucionado considerablemente y ahora puede producir vinos con niveles de alcohol moderados (10-12% en volumen) o casi sin alcohol, conocidos como vinos ‘NoLo’.

A pesar de que el sector cervecero ha introducido con éxito productos sin alcohol, el sector vitivinícola ha tardado más en innovar. Se espera que el mercado mundial de bebidas «NoLo» alcance aproximadamente los 13.000 millones de dólares en 2023 (12.500 millones de euros), lo que representa un incremento del 62% respecto a 2018.

El sector vitivinícola en una encrucijada

El grupo solicitó normas actualizadas para los vinos «NoLo», que abarquen definiciones, prácticas de elaboración del vino, envasado y etiquetado. Las recomendaciones sugieren explorar esfuerzos de promoción financiados por la UE para estos productos, una idea que habría sido impensable hace solo unos años.

Se espera que esta propuesta de política de promoción de la UE para los vinos ‘NoLo’ en particular sea controvertida, y la Federación Europea de Vinos de Origen (EFOW) ya ha expresado algunas preocupaciones en un comentario tras la publicación de las recomendaciones.

Durante décadas, el sector vitivinícola de la UE se ha beneficiado de un marco regulatorio y apoyo financiero diseñado para mejorar la calidad y aumentar la capacidad de respuesta del mercado.

Sin embargo, el Comisario de Agricultura, Christophe Hansen, admitió en la última reunión del grupo el lunes que el sector se enfrenta ahora a una crisis a pesar de años de crecientes ventas, exportaciones y una creciente reputación de calidad.

Los problemas del sector vitivinícola

Hansen señaló varios factores que explican los desafíos actuales, incluidas las existencias de vino no vendido -especialmente en el segmento de los vinos tintos-, la recuperación lenta de la demanda como resultado de la pandemia de COVID-19 y problemas económicos más amplios como la crisis del costo de vida y volatilidad del comercio internacional.

Además, las recomendaciones incluyen medidas para hacer frente a situaciones de emergencia como fenómenos climáticos adversos o caídas repentinas de la demanda externa, especialmente cuando los conflictos comerciales conducen a aumentos de aranceles en mercados clave.

Controversias sobre los vinos sin alcohol: Italia tiene miedo del «vino diluido»

La disponibilidad del grupo para recibir vinos NoLo es un cambio significativo. Los intentos anteriores de abordar el vino sin alcohol han encontrado resistencia, particularmente durante la reforma de 2018 de la Política Agrícola Común (PAC). En su momento, la Comisión propuso permitir que determinados vinos europeos protegidos -aquellos con denominación de origen protegida (DOP) e indicación geográfica protegida (IGP)- sufrieran desalcoholización.

Esta iniciativa buscó alinearse con la demanda del mercado impulsada por preocupaciones de salud, restricciones de tráfico y la necesidad de acceder a mercados donde el alcohol está prohibido por razones religiosas.

Un mercado prometedor donde se puede anticipar la competencia

La propuesta de 2018, aunque finalmente fue aprobada por los legisladores, generó controversia especialmente en Italia, donde los malentendidos hicieron temer a la opinión pública que la UE tenía la intención de diluir todos los vinos añadiendo agua. Desde entonces, la Comisión ha sido cautelosa al intentar equilibrar los intereses vitivinícolas tradicionales con las oportunidades emergentes.

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Pero con los cambios en los hábitos de los consumidores y el creciente potencial de mercado, el sector vitivinícola corre el riesgo de quedarse atrás si no se adapta. Desde entonces, la cuestión se ha vuelto delicada para los enólogos tradicionales. La inacción en este mercado prometedor estimula la competencia externa al sector. Hansen confirmó que la Comisión Europea evaluará las propuestas del grupo y elaborará un calendario para su eventual implementación.