Política y trabajo
La política y el trabajo son dos aspectos fundamentales en la sociedad. Ambos juegan un papel crucial en el desarrollo y funcionamiento de un país. La política se encarga de establecer las leyes y normas que rigen la convivencia entre los ciudadanos, mientras que el trabajo es la actividad que permite a las personas obtener ingresos y contribuir al progreso económico.
La política y el trabajo están estrechamente relacionados. Las decisiones políticas pueden tener un gran impacto en el mercado laboral, afectando la creación de empleo, los derechos laborales y las condiciones de trabajo de los ciudadanos. Por otro lado, el trabajo también puede influir en la política, ya que los trabajadores organizados pueden presionar a los gobiernos para que adopten medidas en beneficio de la clase trabajadora.
En resumen, la política y el trabajo son dos pilares fundamentales en cualquier sociedad. Ambos aspectos están interconectados y se complementan entre sí para garantizar un desarrollo equitativo y sostenible. Es vital que exista un equilibrio entre la política y el trabajo para asegurar el bienestar de todos los ciudadanos y promover un ambiente de justicia y prosperidad en la sociedad.
Las negociaciones para la reducción de la jornada legal de trabajo desde 40 horas semanales a 37,5 horas está por terminar. El ultimátum del Gobierno a la patronal para que presente una propuesta el próximo lunes sugiere que las posibilidades de acuerdo son limitadas, lo que añade más peso a la principal preocupación de las empresas españolas: POLÍTICA.
Desde finales de 2020 hasta ahora, la incertidumbre sobre la política económica es uno de los principales factores que condicionan la actividad de las empresas, como ellas mismas destacan en Encuesta de Actividad Empresarial del Banco de España (EBAE). Este es un factor que tiene mucho que ver con la incertidumbre del contexto en general (a finales de 2020, en plena pandemia de COVID-19, alcanzó su punto máximo, con más del 70% preocupado), pero también con la acción del gobierno.
Desde entonces, y con la ligera excepción del segundo trimestre de 2023, con elecciones generales anticipadas, más de una de dos empresas Aseguraron que la política económica condiciona mucho su vida diaria. Desde finales del año pasado, y tras la caída del precio de la energía, éste ha sido el principal factor adverso para las empresas.
Esta inseguridad se traslada a la economía por un factor clave. Fue presentado por el director de Economía y Política Social de Cepyme, Francisco Vidal, en una jornada organizada por la patronal para hablar sobre productividad en las pequeñas y medianas empresas. «Esta incertidumbre, a su vez, se hace visible en el nivel de inversiones»explicó, una variable macroeconómica que aún no se recupera a niveles prepandemia y es clave para el crecimiento económico del país.
El proyecto que puso sobre la mesa el Ministerio de Trabajo, encabezado por la vicepresidenta Yolanda Díaz y al que tuvo acceso ECONOMÍA DIGITAL, incluye una reducción uniforme de la jornada laboral, independientemente del tamaño de la empresa o del sector productivo en el que opera.
Esto es un error, creen los empresarios de las PYME, ya que significaría asestar un golpe a muchas empresas que no pueden permitirse estos ajustes en la jornada laboral y supondría, dicen, recortes de producción y no aumentos de productividad. «Las pymes españolas no pueden reducir la jornada laboral con carácter general (…) La imposición de la jornada laboral puede equivaler a un monto como duplicar el impuesto a las ganancias”, denunció el presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva.
La recaudación del impuesto sobre los beneficios del año pasado ascendió a 35.000 millones de euros. Según los cálculos de la organización empresarial, la reducción de la jornada laboral sumaría Con 40.000 millones más en factura.
Además, la reducción de la jornada laboral también afecta la segunda condición para las empresas de todo el país: la disponibilidad de mano de obra. Cuatro de cada diez empresas dicen tener problemas para encontrar trabajadores, un problema que se agrava en tres de los sectores menos atractivos pero a la vez fundamental para el tejido productivo español: agricultura, construcción y hostelería. Aquí, más de la mitad de las empresas dicen estar preocupadas por la fuerza laboral… y también son los sectores donde el cambio afectaría más duramente.
La reducción del tiempo de trabajo puede suponer un duro golpe para algunas empresas y sectores. El Banco de España ya ha advertido contra una reducción homogénea del tiempo de trabajo, sin tener en cuenta las particularidades de las distintas ramas de actividad, ya que podría afectar a la productividad de la economía española en su conjunto.
En su Informe Anual de la Economía Española, correspondiente a 2023 y que cuenta con un capítulo dedicado a la evolución del mercado laboral, la entidad destaca que existe una «tendencia secular a la baja» en cuanto a la duración de la jornada de trabajo, a pesar de que ésta se mantuvo en las cuarenta horas legales de 1983, tal y como marcaba el Estatuto de los Trabajadores.
Desde entonces no ha dejado de caer. Según datos de la Encuesta de Población Activa recogidos por el Banco de España, entre 2005 y 2023 se redujo la duración de las horas semanales en el trabajo principal y tiempo completo en 48 minutos, hasta 38,9 horas semanales. Durante estos 18 años, la jornada laboral real se redujo a 33,1 horas semanales.
“Esta reducción debe entenderse como parte aa proceso de tendencia que, tanto en España como a nivel mundial, responde fundamentalmente a diversos factores estructurales, como el aumento de la importancia de la actividad de las ramas de servicios, la mayor participación de la mujer en el trabajo y el aumento de la tasa de jornada parcial, así como «mejoras de productividad que han resultado principalmente de la introducción de múltiples cambios tecnológicos»—argumenta el supervisor.
La ciudad de Barcelona es conocida por su arquitectura única y su rica historia. Desde la impresionante Sagrada Familia hasta el histórico Barrio Gótico, hay mucho que explorar en esta hermosa ciudad.
Barcelona también es famosa por su deliciosa comida y animada escena gastronómica. Los visitantes pueden disfrutar de tapas tradicionales, mariscos frescos y vinos locales en los numerosos restaurantes y bares de la ciudad.
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