Planta esta flor navideña en casa antes del fin de semana
A medida que se espera que el clima baje en las próximas semanas, es natural que tu atención se centre en el interior y en las hermosas flores que pueden alegrarlo. En lugar de comprar una planta que ya ha crecido y está en maceta, ¿por qué no sembrarla tú mismo y disfrutar de su floración a tiempo para la temporada navideña? La flor que estamos a punto de presentarte es perfecta para este tipo de experimento.
¿Qué puede ser más gratificante para un jardinero que ver una planta crecer desde una pequeña semilla hasta convertirse en magníficas flores? Sembrar una planta es una actividad accesible y económica, ya que las semillas suelen costar menos que las plantas maduras. Observar los primeros brotes que emergen del suelo es un momento gratificante que da una verdadera sensación de plenitud.
Si quieres darte un capricho antes de las vacaciones y hacer un bonito regalo, ¿por qué no plantar tu propia planta de interior? Ahora es el momento de plantar un bulbo y disfrutar de los hermosos colores de su floración justo a tiempo para Navidad: el amarilis. ¡Si tienes habilidad para la jardinería, el desafío definitivamente vale la pena!
La amarilis, con sus magníficas flores rojas y blancas, es una planta que nos hace pensar inmediatamente en la Navidad. Para disfrutar de su gran apariencia, debes saber que florecen después de seis a ocho semanas. Para acelerar el crecimiento y asegurarte de recibir tus flores antes de Navidad, es aconsejable remojar los bulbos de amarilis durante varias horas para rehidratar las raíces.
Llena una maceta con abono y coloca el bulbo encima. No uses una maceta demasiado grande, ya que la amarilis crece mejor en una maceta más pequeña. Rellena con abono y agua de pozo, y deja el bulbo de amarilis en un lugar cálido y oscuro durante algunas semanas. Luego, llévalo al interior cuando aparezca un brote.
Después de que tu amarilis haya florecido, reemplaza la bombilla en un recipiente un poco más grande y llénalo parcialmente con abono. Corta el capullo de la flor en la base y riega bien la tierra, asegurándote de que el abono se seque por completo entre riegos. Al hacer este esfuerzo, podrás lograr fácilmente flores repetidas y disfrutar de su maravilloso espectáculo durante mucho tiempo.
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