Paseos espaciales: la nueva moda de los multimillonarios
CABO CAÑAVERAL, FLORIDA, EE.UU. —
Primero fue el turismo espacial. Ahora, llega una nueva emoción para las masas adineradas: los paseos espaciales.
Todo está listo para la primera caminata espacial privada prevista para el jueves. El multimillonario tecnológico Jared Isaacman saldrá de la escotilla de su cápsula SpaceX para ponerse en órbita, dos días después de partir de Florida en un vuelo chárter que lo llevó a él y a su tripulación a mayor altura que cualquiera de los astronautas de la NASA que han caminado sobre la luna.
El empresario se ha asociado con el director ejecutivo de SpaceX, Elon Musk, para comprar varios vehículos en cohete y ayudar a desarrollar nuevos trajes espaciales.
SpaceX es la primera empresa privada que intenta realizar un paseo espacial, que hasta ahora era dominio exclusivo de 12 países. Hay una razón por la que es un grupo de élite tan cerrado: la caminata espacial se considera la parte más peligrosa de cualquier vuelo, después del lanzamiento y el reingreso, y requiere un entrenamiento intenso.
«Las caminatas espaciales son algo completamente diferente a subirse a un cohete y pilotarlo, pasar algún tiempo en gravedad cero y regresar», dijo Chris Cassidy, un astronauta retirado de la NASA.
Cassidy conoce de primera mano los peligros de las caminatas espaciales: estaba trabajando fuera de la Estación Espacial Internacional en 2013 cuando su compañero, el astronauta italiano Luca Parmitano, casi se ahoga. El casco de Parmitano se llenó de agua de su equipo de refrigeración y apenas llegó a tiempo. Ese día, si hubieran pasado otros 30 minutos, «la respuesta podría haber sido diferente», dijo Cassidy.
A Cassidy le preocupa «una pendiente resbaladiza» en la que los ricos podrían intentar saltar al frente de una fila de caminatas espaciales con un entrenamiento mínimo.
Ilan Kelman, analista de riesgos y desastres del University College de Londres, dijo que era «apropiado e inevitable» que personas no profesionales terminaran haciendo caminatas espaciales. Sin embargo, anticipa que habrá muertes en el proceso.
«Podemos y debemos hacer mucho para reducir el riesgo», afirmó Kelman. «Tenemos que ser completamente honestos con todos los involucrados, especialmente acerca de las escasas posibilidades de rescate cuando algo importante sale mal».