Los trabajadores del Poder Judicial de México han iniciado un paro laboral debido a una propuesta de reforma que permitiría la designación de jueces a través de elecciones populares.
Los empleados judiciales sindicalizados han colocado cadenas y candados en las puertas de varios juzgados, argumentando que las reformas propuestas por el presidente Andrés Manuel López Obrador pondrán en riesgo sus condiciones laborales, beneficios y salarios.
Los sindicatos también se oponen a reformas que eliminarían el sistema actual mediante el cual los jueces y empleados de los tribunales adquieren experiencia y avanzan en sus carreras.
Por el momento se desconoce si los tribunales estatales del país, que son más numerosos, se verán afectados por la huelga.
Las propuestas de reforma de López Obrador permitirían que prácticamente cualquier persona con un título en derecho y algunos años de experiencia como abogado sea elegido como juez. Debido a que su partido obtuvo mayorías significativas en las últimas elecciones, los jueces electos podrían ser más favorables a su gobierno o al de su sucesora, Claudia Sheinbaum.
López Obrador, quien dejará la presidencia el 30 de septiembre, afirma que muchos de los jueces en el país son corruptos y favorecen a los criminales.
Sin embargo, su gobierno también ha cometido errores, llevando muchos de sus casos a los tribunales y luego culpando a los jueces.
El presidente a menudo ha estado en desacuerdo con los jueces, publicando los nombres de aquellos con los que no está de acuerdo en sus decisiones.
López Obrador es conocido por rechazar las agencias reguladoras y de supervisión independientes, muchas de las cuales quiere eliminar. Sus críticos dicen que las reformas judiciales apuntan a debilitar la independencia del poder judicial y eliminar los controles sobre el poder presidencial.
El presidente dijo el lunes que aunque los empleados judiciales tienen derecho a protestar, han sido engañados y que las reformas no afectarán sus salarios, sino que, por el contrario, los beneficiarán.
