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Un equipo conjunto de investigación anunció el lunes que buscaba una orden de arresto contra el presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, quien fue destituido temporalmente de su cargo por declarar la ley marcial a principios de diciembre. Se le acusa de insurrección y abuso de poder por ignorar hasta tres solicitudes de citación ante los tribunales sobre la controvertida decisión.
El equipo estaba formado por la Oficina de Investigación de Corrupción para Altos Funcionarios (CIO), la Policía y la unidad de investigación del Ministerio de Defensa, y presentó la petición ante el Tribunal del Distrito Occidental de Seúl, la capital de Corea del Sur.
En el expediente presentado, los investigadores alegan que Yoon lideró una insurrección y abusó de su posición al declarar el estado de emergencia el 3 de diciembre, supuestamente ordenando al ejército impedir que los legisladores presentes en el parlamento votaran en contra del decreto.
El expresidente, que ahora ha sido derrocado, niega las acusaciones y afirma que la declaración de la ley marcial fue un «acto de gobierno» para advertir al partido de oposición, que tiene la mayoría en la Asamblea Nacional, sobre lo que él describió como un abuso del poder legislativo en apoyo al régimen norcoreano.
La defensa de Yoon ha prometido tomar «medidas formales» en respuesta. Yun Gap-geun, uno de los representantes legales del presidente destituido, afirmó que la petición de arresto proviene de una agencia sin autoridad para investigar las acusaciones de insurrección.
El Tribunal Constitucional de Corea del Sur deberá decidir antes de junio si Yoon Suk Yeol recupera sus poderes o si es inhabilitado definitivamente.
