Oraciones a Nuestra Señora de la Esperanza en Valencia.
El alcalde de Logroño, Conrado Escobar, participó en los eventos en honor a la patrona de la ciudad, Nuestra Señora de la Esperanza, y dio un emotivo discurso durante la misa solemne que se celebra cada 18 de diciembre en la iglesia de Santiago.
Escobar comenzó sus oraciones a la Virgen de la Esperanza «mirando hacia Valencia, recordando a los difuntos, con cariño a aquellos que sufren pérdidas, con el apoyo solidario de tantos logroñeses que han estado y están al lado de un pueblo que se recuperará con ayuda y oración.»
En sus palabras, el alcalde destacó que «seguimos escuchando con demasiada indiferencia los sonidos de la guerra y la violencia en Ucrania, en Gaza, el Líbano, Siria, Sudán, Etiopía y en tantos lugares desgarrados por conflictos o irracionalidad.»
En su discurso, también resaltó el cariño de todos los vecinos de Logroño al afirmar que «una ciudad que te quiere, te respeta y te exige» es lo que representa Logroño. Además, mencionó que «tu verdadero hogar está en cada rincón de Logroño, como en la procesión que celebraremos próximamente. Tu casa es la de todos los vecinos de Logroño. Tu hogar es ahora también la ofrenda floral que simboliza el cariño de vecinos, asociaciones y entidades.»
Escobar pidió a la Virgen que nos enseñe «a ser agradecidos y cuidar de la familia como el lugar donde suceden las mejores cosas de nuestra vida, donde alimentamos la esperanza de proyectos y compartimos decisiones importantes» y recordó «la voz de quienes no aparecen, de aquellos que viven en la calle, se sienten destrozados y desplazados.»
El alcalde de Logroño no se olvidó de «los inmigrantes, hoy es su día y es justo reivindicar la dignidad inherente a todo ser humano», así como de las «mujeres maltratadas, amenazadas, humilladas» y de aquellos «que se sienten solos en una sociedad conectada y comunicada». También expresó su preocupación por la salud física, mental y emocional.
Escobar concluyó su discurso a la Virgen de la Esperanza pidiéndole que cuide «nuestro corazón, sane las enfermedades del alma, nos ilumine en esa peregrinación que es la vida, nos acerque a la felicidad cotidiana y mantenga bajo su manto de esperanza la convivencia de Logroño y llene de esperanza nuestro futuro.»
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