«Ópera a una Venus Negra» en el Museo Reina Sofía: el mar desaparece
El Museo Reina Sofía presentó el martes la exposición futurista «Ópera a una Venus Negra», del artista portugués Grada Kilomba, que imagina un paisaje árido donde el mar ha desaparecido. El artista, según informa el Reina Sofía en una nota de prensa, cree que el océano es el cementerio de millones de vidas perdidas a lo largo de los siglos, ya sea por la trata de esclavos, el colonialismo, la guerra, el cambio climático o las migraciones forzadas. «¿Qué nos diría mañana el fondo del océano si se vaciara de agua hoy?» pregunta Kilomba.
Trabajar «Ópera a una Venus negra» es una videoinstalación a gran escala que pone en escena la primera parte de una obra contemporánea dedicada a una Venus negra que vive en el fondo del océano y se convierte en oráculo de narrativas de memoria y resistencia. Kilomba trabajó con artistas locales de las afueras de Lisboa, donde creció: desde sopranos, contrales y tenores hasta percusionistas y bailarines, todos protagonistas de esta narrativa. Una coreografía avanza hacia los ojos del espectador, como si se desarrollara bajo el agua, con el sonido del viento, las voces y la improvisada interpretación de piano a cuatro manos de la artista y su hija, presentada como un réquiem o lamento por quienes sucumbieron a la marea de las aguas de todo el mundo.
De esta manera, el artista guía al público a través de otras grandes instalaciones con poesía y materiales como tela, madera quemada, piedra, arena y vidrio como escenario de esta obra contemporánea. La exposición está comisariada por el historiador del arte y exdirector del Museo Reina Sofía, Manuel Borja-Villel, y podrá verse del 20 de noviembre de 2024 al 31 de marzo de 2025. «Ópera a una Venus negra» es el título del nuevo proyecto que el artista ha desarrollado en los dos últimos años fruto de la colaboración entre el Museo Reina Sofía y la Staatliche Kunsthalle Baden-Baden (Alemania).
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