Niños en entornos con alta carga de tuberculosis: riesgo de desarrollar la enfermedad
Un estudio realizado por la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Boston (BUSPH) en Estados Unidos, la Universidad de São Paulo en Brasil y la Universidad de Ciudad del Cabo en Sudáfrica ha demostrado que los niños que viven en entornos con una alta carga de tuberculosis tienen un alto riesgo anual de desarrollar infección tuberculosa durante la infancia.
El estudio, publicado en la revista «The Lancet», revela que los niños menores de 10 años que viven en áreas donde la tuberculosis es común tienen un alto riesgo de infección y enfermedad por tuberculosis. Este es el primer estudio de cohorte de nacimientos que evalúa la infección por tuberculosis y la enfermedad activa durante la primera década de vida de niños en entornos con alta carga de tuberculosis.
Los nuevos resultados muestran que había una alta tasa anual de infección por tuberculosis entre los niños del estudio (entre el 4 y el 9 por ciento) y que más del 10 por ciento desarrollaron la enfermedad a los 10 años. El estudio se basa en una investigación anterior que también encontró altas tasas de infección y enfermedad en niños menores de cinco años.
«Estos resultados son sorprendentes y muestran que los niños de estas comunidades sudafricanas corren un riesgo extraordinariamente alto», afirmó el Dr. Leonardo Martínez, coautor principal del estudio y profesor asociado de epidemiología en BUSPH.
Para llevar a cabo el estudio, Martínez y su equipo siguieron a una cohorte de 1.137 mujeres embarazadas y sus 1.143 hijos inscritos en el Estudio de Salud Infantil Drakenstein y que vivían cerca de Ciudad del Cabo, Sudáfrica, entre 2012 y 2023. Examinaron a los niños para detectar infección por tuberculosis y enfermedad a los 6 meses, 12 meses y anualmente para aquellos que dieron negativo, así como cuando desarrollaban infecciones del tracto respiratorio inferior.
El equipo estimó que a los ocho años, el riesgo acumulado de los niños de contraer infección de tuberculosis era del 36 por ciento. Los nuevos casos de tuberculosis fueron más comunes en el primer año de vida, y aunque este riesgo disminuyó con la edad, el hecho de que 1 de cada 10 niños tuviera tuberculosis a los 10 años sigue siendo alarmante, ya que demuestra un sistema inmunológico debilitado.
Los investigadores encontraron que los tratamientos preventivos eran efectivos para los niños infectados que accedieron a esta atención, pero una pequeña proporción de la cohorte lo hizo. La mayoría de los niños con infección por tuberculosis no recibieron tratamiento preventivo, lo que muestra una tasa preocupante de infección y enfermedad en esta cohorte.
La Organización Mundial de la Salud se ha comprometido a reducir la incidencia de la tuberculosis en un 80% y las muertes en un 90% para 2030, y aliviar la carga financiera de las personas que enfrentan la enfermedad. Los investigadores afirman que reducir la tuberculosis pediátrica es fundamental y requiere un enfoque multidimensional.
Martínez concluye que aún queda mucho por hacer para abordar la epidemia de tuberculosis pediátrica en Sudáfrica y en otros países con alta incidencia. «Se necesita un enfoque multisectorial para encontrar soluciones integrales», afirma.
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