El entrenador del Real Valladolid, Paulo Pezzolano, se sintió «orgulloso» de ser uruguayo y destacó este domingo el trabajo de su equipo para lograr el ascenso a LaLiga EA Sports, a pesar del ambiente complicado en el José Zorrilla, donde admitió que no quería llevar a sus hijos para que no escucharan las canciones.
«La única explicación es que estoy orgulloso de ser uruguayo. Los uruguayos tenemos cosas que no tenemos en ningún otro lugar del mundo, rebeldía, cojones, en los momentos más duros. Muy orgulloso de mi familia, fue un año donde estuvo bien, tengo niños pequeños que querían ir al estadio y no quería que vinieran a escuchar esto, lo que cantaban», dijo en conferencia de prensa.
El Pucela consiguió el ascenso en la penúltima jornada de LaLiga Hypermotion gracias a dos goles en el descuento ante el Villarreal B. A pesar de la buena marcha del Valladolid, aspirante directo al ascenso que acabó fichando, la afición y el técnico no se dieron la mano, con la tensión aumentando.
“Hay gente que trabaja aquí y nunca había visto, en un teatro, lo que se hizo este año, hubo mucha manipulación atrás, no era normal. Orgulloso de dejar esta ciudad a la que pertenece, que está en Primera División», afirmó recordando a sus padres, a su mujer, en «la demostración de que en la vida, en los momentos difíciles, hay que redoblar el esfuerzo, cuando nadie cree, cree en ti mismo, siempre puedes hacerlo”, dijo.
«Cuando empezó todo esto, provocado por mí, no me gustaba decir nada de la afición, pero logramos la protección y el ascenso un poco antes con un equipo muy humilde, con muchas cosas de las que no se habla. Muchos nervios. Los jugadores mostraron el ejemplo y la cara de su entrenador. Cuando un equipo desciende dos veces, la mayoría de los equipos pasan tres años en la División II», añadió.
Por otro lado, Pezzolano agradeció al presidente Ronaldo y al futbolista del club. «Logré algo que sabía que sería muy difícil. Tengo palabras de agradecimiento para Ronaldo, para la gente del fútbol que siempre creyó. Fue doloroso no lograrlo el año pasado, pero fue una venganza», concluyó.