Más rechazo a la extradición de activista ballenero
Desde el grupo verde, Juantxo López de Uralde añadió su solicitud a la ministra danesa para que rechace la extradición del activista Paul Watson, quien estuvo detenido a petición de Japón durante casi un mes y medio por la defensa de las ballenas.
El coordinador de Alianza Verde, Juantxo López de Uralde, envió una carta este martes a la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, uniéndose a la ola de solidaridad y presión internacional que está generando el activista medioambiental Paul Watson, detenido el 14 de julio en Groenlandia, a petición de Japón, que solicitó su extradición.
Ninguna extradición de Paul Watson a Japón
Desde entonces, Watson ha estado detenido en la capital de la isla esperando que el Ministerio de Justicia danés se pronuncie sobre su extradición a Japón, donde enfrenta una pena de 15 años de prisión y una multa de 3.000 euros.
López de Uralde, quien ya se había dirigido al primer ministro islandés el mes pasado para evitar que su país reautorizara la caza de ballenas, recordó a Frederiksen «la creciente oposición a la caza de ballenas en una sociedad muy consciente del sufrimiento animal, de cualquier tipo».
También destacó que «han sido muchas las peticiones de liberación de Paul Watson que su país ha recibido, de la sociedad civil, organizaciones ecologistas y numerosas expresiones espontáneas de ciudadanos de todo el mundo, así como de gobiernos europeos que no comprenden que un país de la Unión Europea pueda extraditar a un ciudadano por ejercer activismo medioambiental en defensa, en este caso, de las ballenas.»
Por tanto, le solicitó que no autorice la extradición de Paul Watson a Japón. En su escrito, señala que «Dinamarca, junto con el resto de la Unión Europea, tiene la oportunidad de enviar un mensaje en defensa del movimiento ecologista, del medio ambiente y los animales, y en contra de la crueldad de una práctica ilegal que debe ser erradicada».
López de Uralde, en particular, fue detenido en una prisión danesa en 2009 cuando era director de Greenpeace, por hablar en la cena de gala de la cumbre sobre el clima celebrada en Copenhague, que reunió a más de 150 jefes de Estado y de Gobierno, mostrando una pancarta que decía «Los políticos hablan, los líderes actúan».