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Considere presentar una denuncia ante la Fiscalía
La directora científica del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), María Blasco, descartó este martes dimitir de su cargo ante las últimas críticas a su gestión, al tiempo que culpa de la situación actual al director general del centro, Juan Arroyo, ya que «él es quien tiene las facultades económicas y de contratación».
«El gerente es responsable de las cuentas del centro, así como de sus ingresos, gastos y contratos de cualquier tipo», señaló Blasco en una rueda de prensa celebrada este martes en el CNIO, donde anunció que estudia «la denuncia de casos graves, con consecuencias no solo organizativas, sino también materiales, de esta bicefalia ante la Fiscalía».
Así, Blasco explicó que el CNIO tiene dos directores, algo que es «único»: «Un director científico, que soy yo, responsable de la estrategia científica, y un director general, que es Juan Arroyo Muñoz, que tiene capacidad de contratación», él elaboró.
En este sentido, Blasco aseguró que, desde su llegada al centro en 2011, pidió en repetidas ocasiones el despido del director general, «aunque ese cambio nunca se concretó». Blasco señaló que Arroyo formó parte del equipo del exdirector del CNIO Mariano Barbacid, que tuvo «una salida conflictiva».
«En los últimos años, mi preocupación por el liderazgo del directivo ha aumentado debido a una demanda por fraude, tráfico de influencias, fraude y malversación de fondos contra él y dos miembros de su equipo», afirmó, tras pedir «salir a la luz para iluminar a la persona con habilidades económicas y brindarle explicaciones».
Por todo ello, Blasco comunicó que también está preparando un informe sobre este tema que presentará al Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, «incluyendo, además, que el directivo no aclaró ni por un momento a los medios que las cosas que me acusan no son de mi competencia».
«Para ello también solicité una reunión con el ministro. Quisiera informarles que en mi informe al Consejo de Administración solicité que se investigara el origen de esta campaña de descrédito contra el CNIO y contra mí, acusándome con responsabilidades que no son mías, sino del gerente, así como una auditoría por parte del Defensor del Pueblo de mi trabajo y el trabajo del gerente», afirmó.
Preguntada por su salida del CNIO, Blasco descartó dimitir como directora y defendió su labor durante sus años al frente del centro. «Soy una investigadora que tiene vocación desde hace muchos años, servir a la gente y ganar la lucha contra el cáncer. Soy, ante todo, una servidora pública que quiere cumplir su tarea», afirmó.
«No quiero ganar una batalla en los medios. La única batalla que quiero ganar como directora científica del CNIO es la batalla de la investigación sobre el cáncer. No entiendo las conspiraciones, los bulos, el acoso mediático o la desinformación. He dedicado toda mi vida a la investigación. Es mi misión y mi única competencia. Y los que se supone que se han dedicado a otra cosa, creo, son los que deberían abandonar el centro», añadió.
Respecto a las críticas recibidas por los científicos del CNIO, aseguró que es una situación que le preocupa. «Por supuesto que estoy muy preocupada por lo que pueda decir un tercio de los líderes de grupo y de unidad, pero solo un tercio de los líderes de grupo firmaron esa carta», declaró.
Ante esta situación, Blasco informó que la semana pasada mantuvo una reunión con 300 trabajadores del CNIO en la que informó de las acciones que había emprendido en la dirección científica: «Para luchar contra esta campaña de descrédito contra el CNIO y contra mí, entre ellas decenas de solicitudes de rectificación a los medios de comunicación que mi equipo preparó con la ayuda de la Fiscalía del Estado», enfatizó.
Blasco también confirmó que había recibido recientemente una denuncia por acoso laboral por parte del personal del centro, pero afirmó que se resolvió porque «no hubo acoso laboral ni moral, y no se pudo determinar abuso de autoridad». «Y de otros no tengo noticias», añadió.
En este punto, denunció que es ella quien es «víctima de una campaña de acoso». «Esto tiene todos los ingredientes, como denigrar mi imagen, la de mi familia, no resaltar ninguno de mis logros científicos ni mis logros ante el CNIO», concluyó.