¡Mantén vivas tus plantas durante las vacaciones con esta solución!
¿Tienes dudas sobre tu salida? no dejes que el estado de tus plantas te retenga. Con un poco de preparación y algunas nociones de química, podrás disfrutar de tus vacaciones sin sentirte culpable. ¡Entonces, en el camino de regreso, encontrarás plantas brillantes y con buena salud!
Cuando te vas, tus plantas sufren en silencio. De hecho, sin agua, luchan. La tierra se seca, las raíces se asfixian, las hojas se vuelven amarillas. Estos son los primeros signos de pánico. Día a día agotan sus últimas reservas, pero la deshidratación gana. Pronto el follaje se vuelve marrón, se endurece y cae. Las plantas están agotadas, su crecimiento se detiene repentinamente. Florecer no es más que un sueño perdido.
Si la falta de agua persiste, es el fin. Así que planificar un sistema de riego es asegurar su supervivencia. Un simple gesto, unos minutos de organización, y tus plantas se mantendrán en excelente forma para recibirte cuando regreses. Así que no dejes que se marchiten: aquí tienes la solución para que vivan, incluso en tu ausencia.
Sin embargo, ¿estás cansado de volver de vacaciones para encontrar tus plantas marchitas? ¡Esta vez decidiste actuar! No es necesario preguntarle a un vecino ni invertir en un sofisticado sistema de riego. En su lugar, opta por una solución inteligente, práctica y económica: gel de riego casero. Esta gelatina es una reserva de agua perfecta para tus plantas y es rápida de preparar.
Gracias a un polímero natural, el gel retiene una gran cantidad de agua y la libera gradualmente en contacto con el suelo. Sin embargo, no se necesitan polímeros industriales. Al desintegrarse con el tiempo, la gelatina alimenta fácilmente tus plantas, incluso cuando no estás. Prepáralo en un abrir y cerrar de ojos y vete con tranquilidad, sin riesgo de encontrar a tus plantas con sed.
Para crear tu propio gel hidratante para la comodidad de tus plantas es simple, fácil y económico, igual que el sitio Diario de Mujeres. Aquí te mostramos cómo hacerlo en unos pocos pasos rápidos. Comienza reuniendo los materiales: una cacerola y moldes de silicona que seguramente encontrarás en la cocina, como cubiteras para cubitos de hielo o moldes para muffins. Luego, en cuanto a ingredientes, es minimalista: agua y un poco de agar-agar.
Además, para la preparación, vierte 375 ml de agua en la sartén y agrega 2 g de agar-agar. Calienta la mezcla hasta que hierva durante unos minutos y luego vierte en los moldes. Déjalas enfriar y luego mételas en el refrigerador para que solidifique todo. Un pequeño consejo: también puedes utilizar otros agentes gelificantes vegetales o 4 hojas de gelatina. Eso es todo, las tierras lejanas son tuyas, lejos de todas las preocupaciones.
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