Miles de personas, en su mayoría jóvenes, apoyaron la manifestación convocada por la Red de Sindicatos de la Vivienda en Euskal Herria este sábado para exigir el «derecho universal a la vivienda» y denunciar que las medidas impulsadas por el Gobierno Vasco y el ejecutivo de Pedro Sánchez para facilitar el acceso a los alquileres «no solucionarán el problema» porque solo «incrementarán el negocio inmobiliario».
Bajo el lema «Etxebizitza dérekt garanteu, negozioari ez» (Garanticemos el derecho a la vivienda, no al negocio), miles de personas salieron a las 13.00 horas de la plaza Elíptica de Bilbao en una marcha a la que se sumaron hasta 220 personas, agentes políticos y sindicatos como ELA, Ezker Anitza-IU o Sumar Mukimiua.
Entre lemas como «inquilinos y empresarios me quitan el sueldo» o «no hay derecho a estar sin hogar», el recorrido avanzó por la Gran Vía y otras calles del centro de la capital vizcaína hasta culminar en la plaza Arriaga. Durante el trayecto se realizaron varias paradas para protestar, por ejemplo, contra la Ley de Vivienda (frente a la delegación de Hacienda) o contra «turismo y genocidio».
Más temprano, las portavoces de los grupos organizadores, Ane Salvador y Karla Paisano, comparecieron en la prensa para afirmar que el propósito de esta marcha es impulsar la construcción de «un movimiento amplio cuyo objetivo sea garantizar el derecho universal a la vivienda».
En este sentido, también han hecho hincapié en «la necesidad de un modelo de vivienda gratuita» en el mismo marco que la sanidad o la educación. «Estamos hablando de un bien básico, de un bien de primera necesidad y nosotros tenemos que avanzar hacia ese modelo», afirmaron.
Por otro lado, definieron la Ley Estatal de Vivienda como «una farsa electoral». A su juicio, la norma aprobada en la anterior legislatura por el Gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos «está goteando por todos lados» y, sobre todo, vino acompañada «de una gran campaña electoral prometiendo ciertos cambios que no se implementaron posteriormente». «Productos como, por ejemplo, la prohibición de evacuaciones», criticaron.
En este sentido, también denunciaron que los lanzamientos «siguen realizándose a diario», pese a que existe un decreto-ley (aprobado en junio de este año) que pretende prorrogar hasta 2028 la suspensión de las evacuaciones desde los horarios habituales. residencia. «¿Qué pasa si proclamáis que habéis prohibido los desalojos y luego se hacen a diario? Eso, en cierto modo, estáis ocultando el problema y, por otro lado, estáis generando una desmovilización social muy preocupante», subrayaron.
Los portavoces afirmaron también que las fuerzas políticas con representación en el arco parlamentario, «a pesar de las diversas proclamas que pueden lanzar en los ciclos electorales», cuando llegan al poder adoptan posiciones de liderazgo «que aplican más o menos el mismo programa». Afirmaron que esta agenda consiste en «financiar el rentismo y crear ventajas fiscales para los propietarios y, una vez más, iniciar un ciclo constructivo que nos devuelva a la fiebre del ladrillo».
En este sentido, lamentaron que «no se aprendió nada» de la crisis de 2008 e insistieron en la necesidad de centrarse en la necesidad de estructurar un «movimiento amplio» capaz de catalizar «el cambio estructural» porque, según ellos, son los hogares. se entiende como un negocio.
«Creemos que se está pregonando un marco de entendimiento erróneo que nos hace entender que la única solución al problema de la vivienda pasa por la financiación del negocio enfocado a ella», señalaron. Propusieron como alternativa un modelo que ponga la vivienda «al servicio de las necesidades colectivas».
Ambos portavoces señalaron que la vivienda turística se ha convertido en «uno de los sectores refugio de los intereses especulativos». Así, advirtieron de que, en este caso, tanto los grandes propietarios como los pequeños propietarios encontraron en las casas turísticas una forma «muy rentable» de garantizar determinados beneficios.
«Este es uno de los factores que genera un aumento de los precios y que lleva a hablar de escasez de vivienda cuando en Hego Euskal Herria hay más de 70.000 viviendas vacías y 9.000 de uso turístico», apuntaron. Precisamente por estos motivos, pidieron «dejar de hablar de falta de oferta para centrarse en «el uso que se hace de estos recursos que ya existen en esta sociedad».
