Los 27 apoyan la ampliación de la prohibición de fumar en espacios públicos.
El martes, los ministros de Sanidad de la Unión Europea adoptaron una recomendación para ampliar la prohibición de fumar en espacios abiertos como terrazas de bares y restaurantes, parques infantiles, paradas de autobús y piscinas; una restricción que quieren imponer también a productos emergentes como los cigarrillos electrónicos, independientemente de si contienen nicotina o no.
El texto fue aprobado en una reunión en Bruselas con las únicas abstenciones de Alemania y Grecia, pero con una declaración anexa de Italia y Rumanía que se mostró muy crítica con el proceso de tramitación de esta recomendación y cuestionó la base de evidencia científica para argumentar que los riesgos debidos a la exposición al vapeo justifican extender a estos productos las mismas restricciones que el tabaco tradicional.
En cualquier caso, como lo recordó la presidencia rotatoria de Hungría de la UE este semestre, no se trata de una nueva legislación común, sino de una «recomendación no vinculante» para los estados miembros, cuyos gobiernos en la práctica podrán elegir «qué medidas aplicar».
La nueva posición revisa una recomendación anterior de 2009 para adaptarla a la realidad actual, donde el mercado ofrece nuevos productos de tabaco y aerosoles para fortalecer las estrategias antitabaco y promover el objetivo de la Unión Europea de lograr una generación «libre de tabaco» en el horizonte de 2040, es decir, para esa fecha menos del 5% de la población europea será fumadora.
La actualización de la recomendación surge de una iniciativa de la Comisión Europea el pasado mes de septiembre y que los Estados miembros ahora apoyan, teniendo en cuenta, por ejemplo, los informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que relacionan la exposición a las emisiones extranjeras de los productos de tabaco calentados a «importantes anomalías respiratorias y cardiovasculares que experimentan los fumadores pasivos».
También afirma que, según la OMS, el vapor de los cigarrillos electrónicos, «tanto los que contienen nicotina como los que no la contienen, expone a las personas en el medio ambiente a niveles cuantificables de partículas y sustancias tóxicas y contaminantes clave».
En este contexto, los gobiernos de la UE se comprometen, «teniendo en cuenta las competencias y especificidades nacionales», a actuar para proteger «eficazmente contra la exposición a humos y aerosoles extraños en las zonas designadas de ocio al aire libre», especialmente en zonas en las que suele haber menores o personas vulnerables, que «debería incluir áreas de juego públicas, parques de diversiones, piscinas, playas, zoológicos y otros espacios al aire libre similares».
En el debate previo a la aprobación, la ministra de Sanidad, Mónica García, expresó su «pleno apoyo» al Gobierno a un texto que considera «claro y ambicioso», destacando también la inclusión de productos alternativos al tabaco, como, por ejemplo, vapear porque “cada día tenemos más evidencia científica de su potencial riesgo” de provocar cáncer, enfermedades cardiovasculares y problemas respiratorios.
«Es muy preocupante que los jóvenes reciban un mensaje engañoso sobre el riesgo que estos productos suponen para su salud», argumentó la ministra española, quien también hizo hincapié en la necesidad de proteger a los más vulnerables «que sufren pasivamente y sin alternativa las consecuencias de esta exposición».
Otros países, sin embargo, expresaron su malestar por la falta de evaluaciones de impacto en la propuesta original de la Comisión Europea, aunque ninguno votó en contra de la recomendación. Grecia, que se abstuvo, por ejemplo, pide «soluciones viables» y «proporcionalidad» en las acciones, para lo que requiere «datos científicos» y advierte de que será «difícil» traducir la recomendación a las particularidades de cada país sin primero estudiando su impacto.
Los gobiernos de Italia y Rumanía, por su parte, incluyeron un comunicado a la recomendación para dejar constancia de su descontento porque creen que la propuesta «habría requerido plazos más largos y mejores formas de desarrollar el análisis entre los Estados miembros» y lo califican como la falta Debate «lamentable».
«Lamentamos que no se haya presentado una evaluación de impacto adecuada para este evento como base para la evaluación adecuada por parte del Consejo de las recomendaciones propuestas», concluye el comunicado.
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