Las autoridades mexicanas han localizado tres cadáveres durante la búsqueda de dos turistas australianos y un estadounidense que desaparecieron esta semana en el estado de Baja California, en el norte de México, confirmó la fiscalía estatal.
Los cuerpos fueron recuperados la noche del viernes por fuerzas de seguridad locales y federales en el estado fronterizo con Estados Unidos, uno de los más violentos del país y donde las pandillas se disputan rutas de tráfico de drogas y migrantes, entre otros delitos.
«Las maniobras de recuperación de los cadáveres se realizaron de acuerdo con los protocolos de actuación y se dispuso la pericia médico legal correspondiente a través del laboratorio especializado de la Fiscalía, que permitió establecer su identidad», informa la institución en un comunicado.
La fiscalía informó que un juzgado local había obtenido orden de aprehensión contra tres personas -detenidas el jueves- por el delito de desaparición forzada, sin dar más detalles. Además, explicó que mantuvo contacto con el FBI de Estados Unidos y los familiares de las víctimas a través de canales consulares.
La zona donde fueron encontrados los cadáveres, cerca de la playa La Bocana, es utilizada para el tráfico de drogas y otros delitos, según fuentes de seguridad locales consultadas por Reuters. Esta semana se encontró allí un vehículo calcinado que coincidía con las características del utilizado por los turistas.
La semana pasada, personas que se identificaron como familiares de los hermanos australianos Callum y Jake Robinson y del estadounidense Carter Rhoad denunciaron la desaparición en las redes sociales. Los familiares de los turistas no respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios de Reuters.
Preguntado sobre el descubrimiento de los cadáveres, un portavoz del Departamento de Estado estadounidense dijo: «Estamos al tanto de estos informes y estamos siguiendo de cerca la situación».
Un portavoz del Departamento de Asuntos Exteriores de Australia dijo que su embajada en México estaba trabajando estrechamente con las autoridades locales y la Policía Federal Australiana.
